Yo creo que este año, ha sido muy importante para mi.
Desde hacia ya muchísimo tiempo, me alejé de Dios. No seguía un buen camino. Los amigos con lo que paraba tampoco eran una buena influencia. Deje de creer en La religión católica, y En La existencia de un ser que nos haya creado por amor. Me metí en cosas que me hicieron mucho daño y no me llenaban. No eran cosas sanas tampoco.
Me sentía vacía, y buscaba llenarme con algo. Pero siempre busqué en sitios errados.
Llegó un momento en el que estos amigos, empezaron a meterse ya, demasiado adentro de cosas que eran puro mal. Y yo aquí dije, no puedo seguir adelante con esto. Yo siempre supe que el camino que seguía en ese momento, no era bueno, y no era el correcto. Pero nunca me aparte de ellos, hasta ese día. Me di cuenta que no estaba yo misma.

Me alejé de estos amigos. Pero no me acerqué a Dios. Todavía no creía mucho en él. Porque pensaba que si Él existiriera, no me habrían pasado tantas cosas malas, o que me hicieron mucho daño. No me daba cuenta, que yo misma, me hacía esto al alejarme del Señor. Claro, y todo el mal es obra del Demonio. Lo peor de todo, creo que fue, que yo era muy orgullosa. Siempre quería tener la razón, y para mi en ese momento Dios no existía...Entonces no me abriría ni siquiera a la duda. Simplemente no podía pensar, “Talvez Dios si existe”.

En todo este tiempo nunca dejé de ir a Misa. Pero a pesar de seguir llendo, no sentía nadaa . Ni al arrodillarme, No me confesaba, no comulgaba. Y cada día me sentía mas vacía, y eso fue lo que mas me dolió. No me daba cuenta que Dios estab allí, tocando la puerta, y yo no lo escuchaba.
Meses después fui a conferencias sobre diferentes temas de Dios y la religión. Trataba de abrirme por que me di cuenta que nada perdía. En una de estas conferencias me encontré con unos amigos. Y logré mantener unas conversaciones bastante profundas con ellos. Me lograron convencer de que Dios efectivamente estaba allí. Pero aún, yo no sentía nada.
Unos días después yo fui al santísimo y lloré. Se podría decir que le reprochaba a Dios. Yo no lo sentía, y pensaba que era SU culpa. Yo quería sentir su presencia. Pero no pasaba nada. Pero era mi culpa por que yo no abría mi corazón. Hable de esto con unos amigos, y ellos me respondieron diciendo que talvez no abría mi corazón lo suficiente, pero yo les decía que no era mi culpa, talvez Dios no quería nada conmigo.

Días mas tarde, comenzó la preparación para la confirmación. Yo, todavía no estaba dispuesta a abrirme. Lo único que logré responder fue cuando me preguntaron “ ¿Eres feliz?” y yo respondí, “No, no lo soy”. No quería ni siquiera, ponerme a pensar, en porque no lo era. En el fondo yo sabía la respuesta, pero no quería reconocerlo. Me faltaba Dios, y sin Él, la felicidad no existe. Se puede estar feliz, Pero no serlo.

Semanas después llegó el retiro de confirmación. Para mi suerte, cayó justo el día que iba a ser el concierto de una de mis bandas favoritas. Yo había estado esperando por este concierto prácticamente un año
Me di cuenta, que Si Dios existía, tenía algo grande para mi en aquel fin de semana. Y el demonio me estaba tentando . Fue muy difícil renunciar a algo que me gustaba muchísimo. Pero Dios tenía algo grande para mi. Y yo le dije “ Señor, estoy tratando de abrirme, y voy a renunciar a algo que me gusta, para encontrarme contigo” Tenía esperanzas, de que este retiro cambie mi vida y así fue.

No me arrepiento ni un solo segundo de haber ido al retiro. Yo creo que lo mas impactante, fue el santísimo. Al entrar y arrodillarme, le pedí al Señor para que me ayude a escucharlo porque, ya lo veía como una necesidad , me hacía falta. Tenía miedo, de que no me responda, pero el Señor me respondió. Al instante pusieron la canción “ fue el mismo Dios”. Simplemente sentí que Dios me llamaba y me perdonaba y me amaba. Y lloré, por que me di cuenta que El siempre había estado allí, pero yo nunca le había hecho caso .Dios te llama, Depende de TI responder a su llamado. Yo, decidí responderlo. Y me dolió muchísimo, haberlo encontrado tarde, pero lo encontré. El Señor Jesús estaba presente, y me estaba llamando a que tenga un encuentro con Él. Desde este momento, simplemente me arriesgué.

Luego llegó convivio. Y fue una experiencia increíble. Las charlas me llegaban al corazón. El lema “ No tengas miedo, el no quita nada y lo da todo”en si, me tocaba bastante. Ese fin de semana, también me encontré con el Señor. Pero no fue solo cada vez que iba al santísimo, si no en cualquier actividad del día. Siempre lo tuve presente.
Dos semanas después, llegó el convivio de Ecuador. Y fui, y también fue una experiencia súper linda. En este convivio, un chico murió, y yo m pregunté “¿por que Dios
Me eligió para venir hasta aquí, y que me quiere decir, estando presente mientras un chico se muere?” La respuesta era simple. “No queda tiempo” Tenia que entregarme completamente al Señor. Tenía que cumplir su plan. Y realmente, yo creo que puedo decir, que si muero ahora, voy a morir tranquila, creo que estoy cumpliendo lo que Dios me pide.

Este año, como ya dije, ya sido muy importante, por que me encontré con el Señor. Y no estoy diciendo que todo el sufrimiento se va. Por que el Demonio te tienta siempre, y está allí siempre. Pero de la mano de Dios, tu puedes ofrecerle tu sufrimiento, y les juro, que el te ayuda a cargarlo. Creer en el Señor no es fácil, esta lo que van a decir los amigos, lo que van a decir los demás en si. Pero vale la pena arriesgarse. No estas solo. Jesús te acompaña, como amigo, como Padre. El Señor está contigo siempre. Pero no basta con convertirse, necesitas convertir a los demás también.

Muchas veces decimos que tenemos muchos amigos. Pero , ¿Son amigos de verdad? Un amigo de verdad, da la vida por ti, y tu por él. Jesús dio la vida por cada uno de nosotros, por que nos amó hasta el extremo. Y como le respondemos. Lo ignoramos. Miren el mundo ahora. Esta en crisis. Ahora decir “ Soy católico” da vergüenza. ¿Que está pasando?
¿No les gustaría amar tanto a alguien, que podrías dar la vida por él? Esta es un amistad en Dios. Una amistad que dura para siempre. Y amigos así, no hay muchos. Pero si encuentras uno, no lo pierdas.

Ser cristiano, no es una tarea fácil. Pero si Jesús se entregó por ti, no podemos nosotros entregarle nuestra vida también. No queremos ser felices acaso.
Al estar con Dios, no pierdes nada. AL contrario ganas. Y si se entregan al Señor, nunca se van a arrepentir, se los aseguro.