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Inicio / Cuenteros Locales / Semantica / Un trabajador viejo

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Contemplaba el mundo, cándida y feliz desde su arco iris de colores. De golpe, la curvatura se mostró cual era negro y se desplomó arrastrándola hacia el abismo.
Un día subió a un tren de pobres como ella, hacinados, arrollándose unos a otros para tener su sitio entre la miseria. Se obligó a empujar también un poco,pero nadie dijo nada,porque cuando se hace lo que todos los demás, aunque esté mal, ninguno se enfada.Y estando allí, mientras se sujetaba firmemente a la barra de metal desconchada de pintura que golpeaba su sien a cada bamboleo de la máquina, reconoció entre los rostros pálidos y grises, resignados y marchitos, que se reflejaban en los plásticos verdosos y rayados del mobiliario del vagón, a un hombre viejo, que había observado por las mismas calles donde todos los días alquilaba un pedazo de su vida a cambio de un jornal. Le había visto, agrio y torvo, tomando la copa de fuego que le aliviaba la resaca. Luego, ya más contento, con sus vinos y bravatas. Por la noche, no sabía, pero lo adivinaba. Estaba sentado, más bien embutido entre otros dos ,sus iguales. La cabeza blanca y negra caía sobre su pecho gastado,al ritmo que le marcaban. Que se paraba el tren, despertaba. Que se movía el tren, se dormía. En uno de estos vaivenes levantó los ojos hinchados en un supremo esfuerzo y se fijó en los suyos. En un instante lo supieron todo. Él le mostró su infancia de padres tan buenos como brutos. Cómo había sido, ya desde entonces, condenado a los trabajos forzados que aún seguía pagando.Sus amores redentores, que después no lo fueron tanto.Los hijos, los llantos. El fácil y cotidiano olvido en el fondo de un vaso. Ella lo entendió ,sólo un momento antes de fundirse con él en uno con todos los demás. Por última vez en su vida, tuvo suerte, pues la agonía duró sólo un segundo. Después, buscó ávida un asiento, soltó la barra que la mantenía erguida e inclinando la cabeza sobre el pecho, se dejó llevar por el balanceo del tren.

Texto agregado el 11-07-2005, y leído por 283 visitantes. (3 votos)


Lectores Opinan
12-07-2005 Excelente descripción de lo diario. Saludos y *! rosendo
11-07-2005 Super lindo... Tan ciudadano, tan cotidiano, tan verídico el entorno. Te felicito y te mando estrellas para que sigas escribiendo así de bien. duckfeet
11-07-2005 Tristeza cotidiana. amarga verdad.Es fácil reconocernos en estos personajes.Muy bién narrado. Te felicito. castillo
 
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