Me doy la vuelta sobre la cama y de pronto me encuentro contigo, si, estas aqui a mi lado tan tranquila durmiendo. La sábana mal acomodada deja ver tu hermosa espalda blanca que me incita tanto al deseo mientras por la persiana se asoma un pequeño rayo de luna que ilumina tu bello rostro colocado dulcemente sobre la almohada.
Estas aqui sin que nada interrumpa tu sueño y el único movimiento que se percibe es el de tu respiración, tan suave como el aire que lleva a una mariposa en su vuelo. Verte aquí tan cerca me hace acercarme un poco más, dejo que mis piernas se entrelacen con las tuyas gentilmente para evitar despertarte.
Mi cuerpo esta cada vez más cerca del tuyo y puedo percibir el dulce olor de tu cabello , mis manos toman las tuyas y abrazan tu cuerpo mientras mis labios se topan nuevamente con tu espalda, tu respiración se vuelve mas como un largo suspiro y yo no puedo evitar colocar mi cabeza en tu almohada mientras tu cabello me cubre el rostro y yo me embriago con tu esencia.
En este momento contigo tan cerca puedo recordar claramente cuando bailamos aquella noche bajo las estrellas, fueron sólo algunos minutos pero para mi fue una eternidad. Tomabas mis manos y las llevabas hacia tu frágil cuerpo lentamente como si te fueras a quebrar en algún momento. Yo no quería que estuvieras enferma o que sufrieras pero al parecer mis deseos no tenían mucho éxito , me esforcé porque esa noche fuera inolvidable y así lo ha sido para mi.
Aún puedo ver tu largo vestido de seda blanca en medio de la playa, recuerdo que dejaba ver parte de tu cuerpo mientras se volaba con el aire de la brisa marina, yo te miraba fijamente tratando de guardar cada imagen como una eterna fotografía mientras tú me invitabas a meternos al agua a juguetear con las olas. Ese día sería el último que iríamos a la playa, después la enfermedad ya no te dejó salir de casa y tuvimos que resignarnos a la memoria.
Pero ahora que te veo aquí a mi lado veo que no necesito la playa o el vestido de seda, estas aquí conmigo y hasta la eternidad en mi corazón por lo que te sujeto fuerte para que no te escapes de mis brazos y poder sentir tu respiración que se sincroniza con la mía, lenta y pausada con una tranquilidad infinita, tan solo tu y yo mientras la persiana deja entrar el primer rayo de sol de este nuevo día.
De pronto al fondo percibo el sonar del teléfono y aunque a ti parece no importarte porque sigues tan tranquila durmiendo a mi lado, yo pienso en que no voy a contestar para no perderme ni un instante de esto.
El teléfono sigue sonando, debe ser algo urgente o no habría tanta insistencia por parte del que llama. Y me pregunto, cómo es posible no tener un teléfono cerca de la cama, empiezo a separarme despacio para atender la llamada, el teléfono sigue sonando y tu tomas mis brazos como queriendo decir que me quede ahí a tu lado , pero el teléfono sigue sonando una y otra vez y ahora he perdido la concentración y la paciencia.
Me levanto de la cama y tú volteas, me sonríes y tu mirada se funde con la mía ..... Cierro los ojos un instante y al abrirlos nuevamente ya no estas ahí, el teléfono sigue sonando y entre el despertar y las lagrimas contesto ... es tu madre recordándome la hora de tu entierro.
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