Descripción de un sentimiento

Nombre: conocido para mí, desconocido para ti
Fecha de Nacimiento: 19 de septiembre
Edad a la fecha: 21 años 6 meses
Ubicación geográfica estable: gran avenida
A primera vista: un tanto serio, amigable
Después de conocerlo: súper simpático, un corazón que vale millones
Impresión: muy tierno, demasiado preocupado
Una Duda: saber si puedo ser para el, lo que el es para mi
Temor: que mis pensamientos se dejen llevar
Postura: vivir del momento, ser autentica y ser feliz
Emociones: muchas, cada día un detalle especial
Deseos: que nadie le haga daño (según yo)
Inquietudes: descubrir más de su vida
Actitud: positiva
Posibilidades: no sé, el tiempo dirá
Sentimiento: … estado… en búsqueda!


Todo empezó, historias de hombres si quieren llamarlo así, pero vamos, nadie se niega, y nadie quiso negarse, paseo a la playa, no se si ideal, pero si nostálgico, tanto o mas que ni una de sus palabras yo creí, era extraño, porque antes, no sé lo encontraba serio, no pesado, pero si serio, pero ese día lo empecé a conocer y empezamos a sorprendernos, bailamos de ociosos, y dijo algo, un “me encantan tus ojos”, ¿qué tienen mis ojos?, ni idea pero a el le habían gustado, yo encuentro que los ojos son expresivos y los míos, bastante, pero era un detalle, palabras que la brisa se llevo y que solo mi memoria, creo que también la de él, habían logrado resguardar, pero fue eso, solo un cumplido que había logrado que yo me sonrojara, y que para mí, eran solo palabras, nada más, porque creerle a un desconocido me cuesta, y mucho.
Las circunstancias me llevaron a acompañarlo a comprar cigarrillos, no fumo, pero acompañar a alguien no me provocaba ningún cambio, ni tampoco me dañaba, creo que hasta lo hice de buena onda, y me regalo un chocolate, muchos dirán no es la gran cosa, pero, son los detalles los que marcan la diferencia, pero solo atiné a decir, gracias, diciendo que se vendría conmigo en el bus, le dije, ya bueno, no sé, sentí que sonó fatal, como si entrelineas dijera, no, por favor ni se te ocurra sentarte a mi lado, y me sentí horrible, porque estaba siendo pesada, y no me gusta serlo, mitad de viaje, carretera 78, o autopista del sol, escuche a mi izquierda un “llegue”, inicio de una conversación que duro unos treinta minutos, quizás duro más, pero estoy poniendo un estimativo.
Abrió su corazón, ante alguien desconocido, como lo era yo, me contó su vida, y creo que confío en mí, debo tener cara de “tenme confianza”, y es mejor así.
Las dudas han sido frecuentes visitantes en mi diario vivir, no se si creerle, mucho menos sé si debo y puedo confiar en el, como dije tengo mil dudas, y cada día a su lado resuelvo una y aparecen dos.
Era miércoles lo recuerdo bien, ahí me di cuenta que los miércoles a las tres de la tarde el tenia clases en la facultad, y fue lindo, no sé había estado desde el viernes con que quería verlo, para saber como estaba, pero no aparecía, ni luces de él, y ese día lo vi y fue emoción, no corrí a saludarlo, pero me sentí observada y el también, era algo así como dice una canción desconocida de mi reproductor, que dice algo así como, si tan solo cruzarás conmigo tu mirada, te aseguro verías lo que siento por ti, era algo así porque mis ojitos expresivos me estaban delatando ese día, solo lo saludé a la distancia, unos metros solamente de diferencia y de la nada desapareció, aunque no lo crean todo lo relatado de aquel miércoles fueron tan solo diez minutos.
Ese día jueves fue un caos emocional, no se me sentí nerviosa desde el mismo instante en que lo salude, estaba incomoda, digamos que estaba a la deriva, si, buen nombre, a la deriva, fue una situación caótica que se volvió crisis mundial en mi, cuando me retuvieron y empezaron a comentar los rumores de pasillo, fue atroz, me sentía avergonzada y no atinaba a hacer nada, solo a reír nerviosa y trataba de negar todo lo que me preguntaran, sé que no se demoró mas de cinco minutos en donde andaba, pero para mi fueron diez, porque lo único que quería era salir de ahí, no quería mas preguntas, ni más rumores de pasillo.
Y él me fue a dejar, caballeroso de su parte, pero era toda una estrategia que planearon aquellos que me retuvieron, fue la excusa, aun creo que todo estaba planeado, pero me fue a dejar y como siempre conversamos, de lo típico y de lo utópico, de todo, arreglamos el mundo entre nosotros, pero en un abrir y cerrar de ojos, la conversación queda en eso, en conversación, porque los sueños aun no son realizables, fue todo mágico, desde su propuesta a quedarme (según yo me tenía que ir en ese preciso momento, pero los que me conocen saben que jamás puedo decir que no), nervioso preguntó ¿te tienes que ir altiro?, no ¿porqué?, pregunté, no para que nos quedemos conversando unos minutos, me respondió, ah si puede ser, le dije, y nos sentamos en aquel lugar, que hasta entonces no había visitado, me tomo de la mano, mientras las palabras fluían, no diré que conversábamos, porque creo y recuerdo haber hablado demasiadas incoherencias ese día, trate de sacar a tema las cosas que hablamos cuando fuimos a la playa y algo de lo que dijimos el día del recital, más que nada para ver si recordaba algo, a mi fortuna, se acordaba, no se si de todo, pero si de lo importante, y seguíamos hilando palabras, conversación a manera natural no lo era, pero algo salía, no pregunten como ni menos el momento preciso, pero soltó mi mano y tomó con suavidad mi cara, me beso, y me deje llevar, no sé en donde había quedado el muchacho serio que vi, porque de ahí fue todo ternura, como he dicho un millón, si es que no han sido más las veces, en que digo, la primera impresión no representa fielmente su manera de ser, o quizás es diferente solo conmigo, pero resultó ser el blanco a tanto negro que vi en él, dicen que lo desconocido me atrae más, debe ser por eso, porque no se a que atenerme ni mucho menos como responder, y así fue ese jueves, si hasta yo pensaba que quedaría en eso, en lo que paso un día jueves, poco antes de semana santa, por no decir que estábamos en un día santo, pensé que había sido solo lo de ese día y no hay más, intercambiamos números y sería me vine, y el viernes en la tarde, llame pero no quería que contestara su celular, y cuando estaba apunto de cortar, digamos que llamé con la intención de dejar una llamada pérdida, que no me funciono, como dije me disponía a cortar y escucho un ¿aló? no iba a cortar ahora, porque quedaría como cobarde y le dije Hola tú! como estás? bien ¿y tu? bien también, y el me dice, te llamó a tu casa y yo emm… ya bueno ( si hasta difícil salí ) hablamos mucho rato, bastante diría yo, porque tenía tantas cosas que hacer, que después corría, pero eso no importaba porque la conversación había enriquecido el alma, un día sábado en el monte, visitando a gente y eso, día domingo de casa, como siempre, día lunes y era el caos, fui a renovar un libro a la biblioteca y de pasadita fui a saludar a unos amigos que estaban allá y me encontré con él, ay! cositas en mi guatita y me saludó, me tomo de la cintura y me saludo, y sería porque yo iba en dirección a donde estaban mis amigos y el en dirección a la facultad a clases, y no lo vi hasta las 6 y algo, cuando salí de clases, me iba y vi en la pisadera de la biblioteca gente de tercero pero no lo vi, pensé que no estaba que se había ido, pensé muchas cosas, iba con mis amigos Diego y Daniela, cuando no alcanzo a virar en la esquina cuando me dicen Hola, puse cara de sorpresa lo sé, y atiné solo a decir hola y me sentí roja, cuando no también, pero fue lindo, fue una sorpresa que como digo, enriqueció el corazón por completo, me vino a dejar a republica y me sentía bien a su lado, era un cofre lleno de cosas mágicas, un corazón, que vale millones, alguien sin precedente alguno, y dañar creo que no es su mejor oficio, y así pasamos por la vida ese día lunes llegue a casa poco antes de las nueve, y creo que me vine única y exclusivamente porque tenía una interrogación al día siguiente si no es por eso juro que no me vengo …
Y pasó el martes, un día de manifestaciones igual mal porque no lo vi, lo que si, me llamó en la tarde sorpresa. Ya era miércoles otra vez y es de esos días en que suelo encontrármelo en ese mínimo recreo de diez minutos que tengo entre clase y clase, nos saludamos, venía saliendo de un control de cálculo, y no me había ido bien, pero era lo que había no más, tendría control de álgebra también ese día pero el destino hizo que ese control no se realizara me iba a ir cuando, me entere por ahí que el salía a las cuatro y media, decidí esperar, no era mucho rato así que me quede, traté que todo fuera coincidente, nada más una estrategia de la vida pero me fue bien, estuvimos juntos un rato bien grande, sentí que cada día era mas entretenido y bello estar a su lado, no sé porque, pero junto a el me sentía protegida, y en sus brazos sabía que nada me podía pasar, digamos que todos esas sensaciones que una vez tuve, y que creí que pasarían unos meses o quizás unos cuantos años para que volvieran, estaban lentamente volviendo a mi, no se si por decisión mía, pero nadie puede cuando el corazón dice algo, creo que así fue la vida y así me deje llevar también, había sufrido tanto por amor, cayendo en algo despiadado y conociendo la soledad que lo juro por dios, que no quería ni quiero volver a sentir lo mismo, no quiero volver a caer, se que a él se lo he dicho un millón de veces, sé que me entiende también, no es fácil aceptar la historia que arrastro con mi pasado, tampoco estoy diciendo que sea incomprensible, pero que le vamos a hacer, es la historia.