Llegan los tiempos de ocio y las desilusiones, el no encontrarme con nadie que espere mis letras, mis reclamos o mis dudas, me hace sentir un tanto necio estúpido, ¿qué hago ahora?
Esto se está volviendo un estado permanente de aguardar y esconderme, a la espera de una llamada, de un cuento en la sombra y la costumbre, de una historia que me incluya en los ojos de alguien más.
Tan solo como casi siempre, pero tan triste como casi nunca, floto desesperado, en la añoranza y el vacío de la distancia que acaso yo mismo impongo, ¿a donde puedo ahora marchar?
No puedo detenerme ahora en esta ruta del deterioro sentimental, aunque sea necio en repetirlo y obtuso en negarlo, esto no se llama vida si me mantengo sin saber que hacer, si decepcionarme nuevamente y enterrar todo esto, o saber y asumir que así son simplemente las lejanas cosas.
Nadie toca a mi puerta, y sé que sin tí no tengo que buscar, pero soy tan débil en éste intento, que me cuesta fingir que nada pasa de malo por aquí y me quedo esperando, porque ya nadie espera por mí. ¿Tendré acaso el valor de suicidarme?.. |