soñando iba y venía por caminos andados muchas veces,
miraba de reojo mientras me besabas el vientre,
acariciaba tus labios tan despacio que no notabas mis manos,
volteaba tus preguntas para tenerte siempre así,
atado a mi ombligo y bebiendo continuamente de mí
nadabas, saltabas, sonreías, mirabas sin parar
entre las sombras rosas y añiles y los mares simbióticos
en los que un día te vistes sin saber como,
sin que yo tampoco supiera como apareciste allí
ya que no recuerdo los besos y las caricias que te llevaron a mí
te colaste entre las rendijas de mi carne abierta,
entre los deseos de tardes de sol y cantos de mar,
hasta solo sentir tu abrazo, tu risa sin voz,
tus juegos con las manos, tus giros y vueltas,
mi amor creciendo mientras crecías tú....
y una noche roja te escapaste entre mis piernas,
me partiste el alma y el cuerpo cuando me dejaste
regalándome los oídos con una canción emocionada,
los pechos con el más bellos de los besos
y mi vientre gigante con el mayor de los vacíos
según pasaba el tiempo descubrí en tu carita linda
parte de mí, parte de él, parte de otros enamorados de ti
danzando a tu alrededor y comiéndote a besos,
y aunque podía recorrerte con mis manos y ver tu sonrisa
ansiaba tenerte de nuevo en mi, atado a mi cintura
odiando el día en que te escapaste entre mis piernas
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