Despues de sumergirme en el placer de la embriagada noche, olvide tu nombre, revosado entre copas, desnudo mi cuerpo sobre la cama de asfalto desvacene el pudor del sexo ambriento deseoso de encontrarte.
Perpleja tu mirada seductora, atrajo mi vida, envolvio en caricias la flor de tu piel, y se olvidaron entonces el zenit de mis actos.

Tus manos sudando y mi cuerpo temblando, mi boca en tus labios y nuestras piernas cruzadas,
gota a gota la lluvia lubricava el placer, tu llanto exitante gemidos y aurias al va y ven de tu cadera sobre mi cintura.

Grito tas grito los cantos de orgasmo recorrieron tus senos esbeltos, y el mar de tu bientre, recojia mis manos.

Dormido entre luces de aurora, soñaba el momento, recuerdo el instante de tu fulgor y la fuerza de tu inagitable hambre.
Recuerdo solo esa noche perdida y desaparecida, mujer sin rostro, mujer sin nombre, mujer de la calle mi bulgar prostituta.