Ya no tengo vacios en mi mente ahogo el delirio con la luz del nuevo sol callado y sonriendo camino por las avenidas en las que siguen creciendo rosas Ya no tengo el miedo al deseo a dibagar frente al espejo con una copa de absentha, como hacia antes caundo no me mirabais, ni me miraba.
Texto agregado el 08-07-2005, y leído por 144 visitantes. (1 voto)