alicia y pablo
-" he sido un cerdo, una bestia incluso menos que eso, como pude haver hecho esta mierda". Pablo comienza a narrar el macabro acto que realizo, a dos policías en la comisaría. Es el ambiente propicio en la sala para que los policías oigan con atención cada palabra de Pablo.
-" su nombre era Alicia, era tan hermosa... desde hacía unos meses, siempre la observaba cuando pasaba, a través de mi ventana, yo la miraba pasmado, miraba sus piernas bien formadas, morenas y largas. la diferencia de edad era notable ella tenía tan solo 16 años y yo tenia 24.
Nuestra comunicación jamas paso de un hola y un chao. Cada vez que me la topaba en el pasaje donde vivíamos la observaba de pies a cabeza mirando su figura perfecta sus piernas mientras que sus pechos se agitaban cuando caminaba, sus movimientos llamaban mis instintos, la necesidad de tocarla, besarla tocar esos grandes pechos... sus movimientos me llamaban decían "ven, quiero ser tuya, tócame...".
Cada vez mi calentura, las ganas de tenerla en mis brazos y hacerla mía eran mayores.
Un día Martes a eso de las doce y media del día, salí de mi casa para comprar un cigarro, en el negocio de la esquina.
Mientras caminaba divise a Alicia, note que hiva con un yamper ajustado y muy corto, que subió mi temperatura, esperé a que estuviera cerca de mí y la saludé amablemente diciendo "hola Alicia", con un toque agradable a lo cual ella respondió con una simple sonrisa que me cautivo mas aun, bueno, dije en mi mente, la invite a mi casa para que escuchara unos CD de música y ella aceptó con un poco de desconfianza.
Mientras caminábamos a mi casa no dejaba de ver sus pechos redondos que se movían danzando y exitandome, la calentura comenzó a dominarme, mi rostro comenzó a sudar y mis manos tiritaban, intenté conversar algo, pero una tartamudez me amarraba la lengua sin poder decirle nada.
Entonces llegamos a mi casa y la hice tomar asiento en el living, fui a la cocina para servirle un vaso de bebida, sé lo sirvo, la mano que sujetaba él baso me tiritaba ella me miro a los ojos y sonrío agradablemente.
Coloque mi mano derecha en su muslo, acariciando su pierna subiendo poco a poco mi mano, ella se puso de pie tomó su bolso, para salir por la puerta defraudada, en ese instante la tomé del cabello y la bote al suelo ay me senté sobre ella y comienzo a tocarla forzosamente comenzando con sus piernas hasta sus pechos, ella gritaba lloraba lo cual aumentaba de forma descontrolada mi calentura. Con mi puño cerrado comencé a golpearla fuertemente al rostro, sus lagrimas se mezclaban con la sangre derramada, provocada por los golpes que le proporcionaba.
La despoje de su yamper le quite su ropa interior y abrí sus piernas, la viole una y otra vez sus gritos se ahogaban con sus lagrimas, tome su cabeza y la azote al piso no quería seguir escuchando su voz desgarradora y ahogada. Luego seguí violándola, pero ahora sus gritos no se oían.
Observé mis puños manchados de sangre, miro ala chica en el piso tirada, con el rostro desfigurado y empapado en sangre. Me di cuenta de lo que acababa de hacer, bueno no tenía otra salida que proseguir, ya havia comenzado y debía terminar. Noté un serrucho sobre la mesa del comedor, y se me ocurrió la despiadada determinación de cortar sus extremidades, parte por parte, luego tirarlas en una bolsa de basura. cuando acabé, fui al baño y observé en el espejo, un demonio con en el rostro y sus manos totalmente rojos, pero el demonio al comenzar a llorar me di cuenta que era mi reflejo, ¿que mierda hice? Me repetía esta pregunta un y otra vez. Abrí la llave y labe mi cara y manos despojándome de la sangre de Alicia. Luego limpiaba la sangre del piso en el living y me doy cuenta que estaba el bolso de la joven sobre el sillón, lo abrí y saqué un pequeño diario de vida que en su tapa decía el nombre ALICIA lo abrí leí una hoja en especial que decía "... bolvi a verlo, es tan bello y ala vez tímido, el nombre de el es... Pablo y te cuento un secreto, creo que estoy enamorada de el...”.
No podía creer lo que acababa de leer no podía ser verdad, caí de rodillas y cubrí mi cara con mis manos, cuando la puerta es tumbada y en un dos por tres estoy esposado, camino ala comisaría, y acá estoy arrepentido con mi vida destruida.
En este momento me están sacando esposado de la comisaría y afuera me esperan los familiares y amigos de Alicia con una rabia endemoniada y un dolor que come sus almas, al momento en que salgo resguardado por lo carabineros que me llevan ala patrulla, noto entre la multitud enfurecida, una joven de piel morena, con un yamper muy ajustado y en su rostro una sonrisa dibujada,al obsebarla bien me doy cuenta que es Alicia, sin entender lo que sucedió una bala penetró mi frente, caigo como un saco sobre el duro asfalto y mis ojos se cierran.
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