Demasiado amor para ti que mereces una patada en el vientre,
un escupitajo en los labios pétreos.
Has venido al sitio de calaveras
crisoles de hueso y excremento de vampiros,
has venido a los ojos ciegos y las mentes veladas de mi existencia,
a la luz extrema de veladoras negras.
Demasiado amor para una perra tan sucia
preñada por la tristeza de los asilos de ancianos,
prostituta universal con nombre entre las piernas,
más fácil que respirar se consiguen tus besos.
¿Por qué sigues conmigo si no te quiero?
¿Por qué no tomas el autobús a Casita Del Demonio?
¿Por qué no te lavas la cara y te vas a la chingada?
pero cómete algo antes para que no mueras de hambre (otra vez).
Demasiado amor que no mereces,
nadie merece tanto y tú me tienes todo;
desde hace algunos días -quizás años-
me he vuelto tu siervo recogiendo tus migajas,
quizás he comenzado a destilar mi fresca morbosidad.
Demasiado amor para ti, puta muerte.