Esta es una antigua receta que procede de la sabiduría de nuestras abuelas de los campos de todas las tierras...Llegó a mí en extrañas circunstancias que no vale la pena relatar aquí. Las explicaciones y los ingredientes van juntos envolviéndolo a uno lentamente en un vapor protector.
Lo primero que hay que conseguir es una cama, si uno no tiene la propia o esta no es lo suficientemente mullida se debe buscar un alma caritativa que le tenga compasión a uno y se la preste por unas horas. La cama como bien sabemos es un gran útero que nos cobijará por lo cual debe tener suficiente abrigo encima.
Lo segundo es un "guatero", bolsa de agua o calentador. Idealmente un ladrillo o piedra calentada en una chimenea bien provista de leños. Cuando esté bien caliente y con mucho cuidado (ya usted está suficientemente magullado) proceda a envolver la piedra en un chaleco de lana y métala a la cama.
Se deben encender también un incienso de rosa en el cuarto porque este es el aroma del amor. Pero cómo me dirá usted si estoy enfermo de un mal de amor...Pues por lo mismo, esta vez el aroma ayudará al amor a sí mismo, base en la vida para estar bien solo o bien acompañado.
Consígase si puede, hay unos muy baratos, un aceite escencial Ylan Ylan y frotese por detrás los lóbulos de las orejas. Este aceite también estimula el amor en su vida.
Caliente agua en una tetera de fierro, acero inoxidable, hervidor o microhonda y sirva una tizana de toronjil a la que deje reposar al menos 20 minutos con una cucharadita de azucar morena o una pizca de miel si prefiere. Evite el dulce excesivo que solo intentará suplantar el amargor de su alma, pero no atacará la enfermedad.
Finalmente, métase en la cama, abracese a si mismo y quédese en silencio interior y exterior.
Comenzaran a brotar puras y cristalinas unas gotitas saladas de sus ojos, que oh maravilla, comenzaran a borrar la amargura. Si el dolor es muy complejo puede que el llanto sea con estertores, no se asuste, ellos se pasaran naturalmente. Una vez que haya llorado lo suficiente habrá comenzado su curación.
Puede dormir o descansar unas horas, pero salga de la cama, ella no es para quedarse adentro.
Cumplo con transcribir la receta probada de las abuelas. Invito a mis queridos amigos lectores a agregar ingredientes y preparaciones de su cosecha.
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