Dentro de tu alma describo mi inocencia y planifico la mí­a, como si fuera un puñal lleno de estrellas, como si cantara los versos ausentes de armonía... Y retratara en tu angustia cada segundo de paz que aquel aromo perdido vive, ya te he esperado mil estrellas,
ya me he olvidado de tu nombre: Sirena.
Cuéntame tu ausencia y prepara mi cena como en aquellas noches de sueños y mangueras...
Sobre la mesa de centro dejé abandonada tu ignorancia de amor y odio, y la construí­ de nuevo,
en esas hojas de olivo que le entregaron a Jesús, nuestro hijo, el que nació y perdió mi rumbo buscando sólo el suyo
y tatuando tu designio que dejaste en mi frente.
Dime angustia perdida si he sido lo suficientemente fuerte para merecer tu castigo humano y divino,
acótame en la almohada esa vida que debo guiar,
maneja mis dedos y escribe la real verdad de lo que ambos debemos caminar, si hay que continuar en los pasillos llenos de sombra, o hay que correr en la vía colmada de luz, cautivada del silencio absoluto que nos invade hasta en las venas profanas la cual matamos en esa noche
en que tú y yo nos volvimos invisibles.

Bayerly ®