Recorrió las grandes avenidas y mientras mermaba el rió rojo de su alma sus lagrimas se secaban. Era una posa enorme, más que un lago y casi como el mar. Su corazón había sufrido tanto que no aguanto más y no sé si por el ahogo de su llanto o por la presión de su sistema nervioso exploto sin aviso. Dos días llevaba el cuerpo tirado en la posa cuando fue encontrado por un poeta.
Nadie puede soportar tanta sangre dijeron por ahí, el cuerpo jamás podría tolerar algo así. Es anormal.
El detective miraba desde lejos y entre las conjeturas de los policías él seguía su intuición. Se acerco a la patrulla y les hablo calmado y en voz baja. Un policía desesperado preguntaba ¿Fue un asesinato, cierto?... mientras el otro gritaba ¡Huevon fue un suicidio!.

-Fue algo natural, su corazón ya no podía más, hay veces en que la gente es muy débil y no aguanta, no resiste tanto dolor. Ella era una chica simple, tenía dos hermanos y padres separados, un novio que la engañaba y miedos que jamás confeso. Tanto guardar su realidad no pudo más y se ahogo. El llanto duro tanto que comenzó a formar un lago en el cual murió, luego su corazón aprisionado de dolor exploto, ningún medico lo entendería- Dijo el detective.

La investigación quedo en silencio y la posa de sangre se estremecía de angustia. Nada salió en el noticiero de las 10 pero el detective estaba seguro que ya no quería investigar nunca más un crimen pasional.