Podría darte esta noche, el disparo más frío de la noche si repito tu nombre y me remueve el dolor de los felices día aquellos y tu recuerdo, y tu perfume flotando si te beso, y tu cabello del que me alimento para llevarme una parte de ti, mientras no alcanzo esta luna pálida que estas mirando, pero mi cuerpo no se suelta de tu imagen.
No importa que tanto tardes si estás presente a cada paso, y tu atrevimiento llega hasta mis ojos y mis venas, pero… ¿cómo podrías enamorarte de un fantasma tan solitario como yo? Espíritu lejano que se mantiene orbitando en tu recuerdo desvanecido, retando a más de uno por tu sola razón que lo vuelve loco, mientras entre tantos antes, cantara y hoy tan sólo maldice y espera, mientras tus cadenas arrastra.
El viento se llevó un soplo de mi vida y un fantasma me volví tras esta necia y prolongada muerte, tras el disparo indiferente de tu huída, no importa el tiempo que transcurra, seguiré tu recuerdo bajo la lluvia hasta desvanecerme de aquí, sin alcanzar tu abrazo desvelado, lejos del mundo que construí para ti.
¿Cuánto pagaré con mi sangre por la osadía de mi estúpido amor y no callar tu nombre? Un solo disparo de tu boca me callaría, matando al fantasma en que me convierto después de la noche y el día, después de la espera recuerdo moribundo, sin tus alas, sin tus piecitos, sin tu perfume y sin cu cabello en mis dedos, sin tus ojos que me miren al dormir sin ti.
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