Hoy día
tu nombre es un pedazo de sombra
que cae lentamente sobre mi alma
y extiende su alfombra infructuosa.
Todo lo que comienzo lo destruyo
como si mis manos
fueran una espada de amargura
acostumbrada a cegar la luz que se levanta.
Árida la tierra que te recibió para vivir
y sin raíces marchitó tu aliento.
Se repite tu espacio
hasta transformarse en vacío
y las horas torturan el reloj de tu ausencia.
Hay tanto amor en mí
que se despedaza cuando te nombro!
Nada es capaz de revivirme,
sólo tú
y tu libertad que vuela lejos.
Texto agregado el 06-07-2005, y leído por 297
visitantes. (5 votos)
Pedazos de sombras, vuelos y magia se mezclan en estos versos que hablan de tristeza y distancias. Hermoso para recibir todas las estrellas que tu presencia por estos rumbos se merecen. Un abrazo gigante. FaTaMoRgAnA