Un nuevo viaje en la espiritual fragata comienza el marino dormido hacia altamar. Por la proa se asoman sirenas que entristecidas despiden al apuesto galán. A lo lejos aparece una isla generosa en vida y ansiosa de espera. El marino en su catalejos sueña con el lugar y ve a su mujer esperándolo tendida. Frutas le esperan abrazos, calor. Tantas batallas rendidas han cansado su valor, ahora quiere descansar. El mejor viaje, sin duda que alguna vez comenzó, comienza en este día rodeado de amor.
Texto agregado el 12-09-2003, y leído por 328 visitantes. (1 voto)