Lunes, 6:30 a.m.
y ese maldito ruido del despertador
que indica que es hora de levantarse
para acudir al templo del trabajo.
Avanza la hora,
parece que el día es eterno.

Trataré de ver el día
con otros ojos,
para hacerlo así más agradable
para sentir que el día es más corto.

Es un artículo de la ley de la vida,
el cual dice que tenemos deberes en la vida,
hay que cumplirlos.
Es por eso que este día,
lo sazonaré con un poco de alegría
para hacerlo más llevadero.