nadie al rededor, ni un alma, una calle vacía y el sonido de mis botas al imponerme por sobre la tierra, caminando a un paso ligero, con una desesperacion inexplicable, al ver mis manos tiemblan y casi puedo escuchar mis huesos chocando unos con los otros, el bendito maldito viento, sopla con un aire de muerte, de horror, de dolor, casi silva con un gemido de agonia, dios que esta sucediendo no puedo creerlo, comienzan a rodar frias gotas de sudor por todo mi ser, en la cabeza es donde mas las noto, me limpio con la manga de mi gabardina, y veo mi sudor bajo el claro de luna, caigo al suelo horrorizado, ¡sangre¡ ¡estoy sudando sangre¡ que diablos pasa, no entiendo, me levanto no hay tiempo, no puedo robarme un segundo, no puedo
con el seño frunsido continuo mas rapido mientras me voy quitando de los ojos el filtro rojo de la sangre que los cubre, el anciano en la puerta a mi siniestra, el gato negro chillando en un tejado proximo un bebe desnudo me ve con los mismos ojos del diablo, ahora siento que ardo en llamas, ahora me asfixio en azufre.
me aferro a la vida, grito tu nombre una y otra vez esperando poder recordar tu imagen y no dejarme morir, Melissa dame vida es tu espiritu el unico capaz de sacarme de aqui.
empiezo a rendirme ¡no puedo mas¡ ¡no puedo...¡ no pue...do, caigo al suelo y sale un mar de llanto entre mis ojos, caen al suelo mis lagrimas y erocionan la tierra que tocan, esto es absurdo, desesperante y agobiante.
tirado en el suelo, abatido completamente comienzo a cerrar los ojos, y veo todo tan brillante tan blanco, tan puro, un ser supremo frente a mi a unos pocos pasos extiende su mano y me dice con una voz dulce y amorosa, -vamos, es hora- dentro de aquella vision puedo y me pongo en pie me acerco a el con una calma oceanica, le veo a los ojos, -toma mi mano- separo ligeramente mi diestra de mi cuerpo, y de un violento movimiento desembaino mi espada, le amputo la mano y le grito con ira, "nunca me rendire sin antes pelear, no sera hora hasta que yo lo decida, no voy a caer en tu hipocrita trampa, si crees que soy tan estupido mira tu mano en el suelo y reconcideralo, porque soy un deidus caedere, y aunque lo pintes de paz no es paz lo que busco, es ganar mis guerras y aun me faltan muchas, ¡no morire¡ ¡no hoy¡" corro hacia el con mi espada en mano dispuesto a matar no a morir, "Melissa", abro los ojos repentinamente y veo que mi cuerpo a tomado nuevas fuerzas pero aún debíl me pongo en pie y me levanto apoyandome en un muro.
aun sudo sangre y el viento sigue apuñalando el alma, no tengo un espada para matar al miedo, me pongo en pie y doy pasos cortos y exigidos, repito en voz baja "no puedo rendirme, no puedo"
llego a un portal mas tetrico que la puerta al infierno, toco la campana y me suena a la voz de la muerte, se abre con un crujido que destroza la mente, la aturde y la confunde, quiero morir pero no puedo, no debo.
el anillo, el anillo que ella me dio el me dara fuerza, me aferrara al mundo, a la vida, sale a mi encuentro un ser oscuro mas que la noche, de su boca sale vapor de hielo al respirar, "dime maldito monstruo ¿quien eres? ¿que hago aqui? y ¿que esta pasando?"
su boca es lo unico que puedo ver, no es horrible es delicada y dulce, pero Sonrio friamente, fria y despiadadamente, como si todo fuera obra suya, quito el gorro que la cubria y el horror me envolvio aun mas, -soy yo tu dulce "Melissa"- |