Es un texto... triste, romántico, nostálgico, motivador, despechado.
Es como una carta de ayuda memoria, de esas que necesitas leer cada vez que los recuerdos te atormenten.
Todos, todos en la vida hemos tenido un amor así, hemos pasado por una explosión talibana de corazón.
Pero la tinta, el papel, el teclado, la pantalla.. sirven de paso para hacerle un exorcismo al sentimiento de culpa, al sentimiento impulsivo de matar, que quizás es tan fuerte como el de amar y que viene inmediatamente después.
¿Porque retomas ese sentimiento?, déjalo ahí en esa epístola, no le hagas vudú al fantasma... si sigue apareciendo vuélvelo a matar, vuelve a escribir sobre ella, sobre las sonrisas matadoras, los besos mentirosos y el recuerdo atormentante...
Hasta que un día.. simplemente de eso, no quieras escribir más.
tut
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