Debilidad
Te izarás despacio,
como una nube de polvo
se levanta en medio
de la inmarcesible quietud
del desierto cuando el viento
irrumpe sin aviso.
Y buscarás, sorprendido,
tal vez, el "deseo" que te llevó
a levantarte;
porque todos sabemos
que nunca una pregunta se formula
sin esperar una respuesta,
y que jamás la misma
es contestada
sin haber sido sentida...
Y mirarás desorientado,
tratando de descubrir
de dónde emergió esa fuerza,
para ti desconocida,
misteriosa, tierna y halagüeña...
Y temblarás, inquieto,
por el temor ruin, cerval,
que te mantendrá en vilo,
incómodo en los aires...
Pero tus ojos
no sabrán lo que buscan,
y recorrerán extensas vastedades,
y tus pupilas no encontrarán
“a qué asirse...”
Entonces tu retina
no registrará
ninguna de las figuras observadas.
Y te quedarás sin "nada"...
Preferirás el agobiante calor
que emana de las entrañas de La Tierra
al gaseoso vagar de
las particulas celestiales...
Y lucharás contigo mismo,
persiguiendo y esquivando
(anhelando ansiosamente
y rechazando de modo frio),
"mi mano",
para que te salve
y te explique el motivo
"real" ...
Sólo será prueba
de tu “insustanciabilidad”,
ansioso de algo tangible, palmario,
veraz y uniforme...
Pero ésta será efimera,
pasajera, solamente “existencial”
breve como una "vida"
registrada en la cronología cósmica ;
como la materia que se fuga
a un punto inimaginable del espacio,
a un "hoyo negro"
y es sumida
(¿o sumada...?),
en las profundidades
para volver a reciclarse
y a tornar las "cosas" a su orden;
a formar "el tiempo"
tan sólo "una eternidad más"...
Te comprendemos:
toda la Humanidad te comprende,
y asimila tu terror
de siglos
acumulado en las historias cobardes.
Pero, no tengas miedo.
No “debes” tenerlo...
Con los pies en la tierra
no te sentirás inestable,
volátil, pasajero feliz,
onirista
en el medio de tu destino.
Al menos ...
Quizá sospeches
(pero nunca llegarás a confesártelo),
que el origen
de ese impulso, majestuoso,
sublime, fue mi mano,
y que, a la región
que te llevaba
(¿o te atraía...?),
no era otra
sino al Amor ...
Buenos Aires, 26 de marzo de 1987.-
María Luisa Landman R. |