El Sometimiento
Te amaré siempre:
como “aman" los poetas.
En silencio
y al filo
de la eternidad.
Te amaré, sí,
hasta que mi sed de infinito
se sacie, cansada
de errar por
las arenas remotas
de algún confuso desierto.
Te amaré,
con ese murmullo
perpetuo y sereno
de la pleamar;
¡ingrávido, inmenso!
Te amaré, con la
aparente "paz" de lo oculto.
Con el sufrimiento
moribundo de la letanía.
Te amaré, hasta que mis fibras de poeta
se desaten, violentamente,
y mi silencio
rompa en el vacío,
como una gigantesca ola
contenida en todo el mar
del sentimiento.
Te amaré;
mientras dure
mi esclavitud,
ligada a las letras,
y al raciocinio metafísico,
ideal, existencialista,
y mi Yo,
se vuelva,
pasmosamente,
a sí mismo...
Yo te amaré.
4 de noviembre de 1986.-
María Luisa Landman R.
|