En homenaje a Chile...



En el correr del tiempo. Ya agazapadas en la tenue mirada de los hombres, se deslizan sus tribulaciones, como una espiral de humos ascendiendo entre las ramas. Se abren, acrecientan el lenguaje coartado, desgajando ese sabor de pólvoras sobre la gramínea de los cuerpos. Demuelen la piel las tristes figuras flotando como un lúgubre episodio de los tiempos, resistiendo las batallas que aún rozan las manos de sus deudos. Se disipan los senderos, cunde la hermandad en el itinerario de las venas para morir en ese atajo de los hombres. Y las huestes retumban sobre sus corceles, abriendo pechos, desangrando un verde de balas bajo el susurro libre de las pieles. Se siente, avanza por esas rutas de las savias rescatando el dolor inscripto en las entrañas, vuelve a gemir el tono de sus voces como una brisa que aún perdura en la memoria colectiva de sus almas.

Ana Cecilia.