Miro a través de mi ventana el mundo y lo primero que veo es mi propio reflejo, lo externo no me dice nada, lo interno me lo enseña todo,
somos el reflejo de algo que no percibimos, somos entes opacos de sentimientos, ajenos al sufrimiento, ajenos a la desdicha que hay tras nuestra ultima capa de piel, solo vemos la sonrisa artificial que nos rodea, mientras nuestra alma llora.
Somos seres frágiles que ambicionamos el poder, ese poder que nos crea un sentimiento de superioridad sobre nuestros semejantes, sobre lo externo.
Abro los ojos y me veo reflejado en el cristal que no me deja ver más allá de mi piel,
Pero se que hay algo mas, algo mas que intento percibir y no encuentro.
Creo que me he perdido y no se salir de mi ego, soy un vagabundo de mí ser,
Me siento esclavo de mi propio reflejo, quiero ayudar pero ni siquiera puedo ayudarme a mi mismo.
Mis días pasan con su fin escrito en mi reflejo, cambio a partir de mi propia imagen que no deja ver las demás a través de mi mirada ciega,
Ciega por contemplar demasiadas estrellas, seca por vaciarme demasiadas veces.
Ya no brillo, no soy sol, solo mi reflejo se ilumina, soy luna. |