Su mirada petrificada observa todo el tiempo, observa su cuerpo y no lo puede comprender, lo acepta, pero no lo comprende, hasta piensa que puede llegar a quererlo, así como es ahora, pero sigue sin comprenderlo. Esta todo tan solidificado en él ahora, sus movimientos duros no los puede controlar para que sean perfectos, son brutos y pesados. Siente sus piedras aplastar y romper la naturaleza bajo él, la siente quebrarse y no volver a nacer y en ocasiones hasta la siente morir en el instante mismo.
Su mirada petrificante observa todo el tiempo, observa a los otros seres ir rápido y ligero, sin detenerse para los detalles, sin detenerse para mirar, sin detenerse para mirarlo. Cuando logran ver algo más que rocas, se compadecen y entristecen, pero sólo lo dicen, porque en el fondo no lo ayudarán cuando se queme en verano o se congele en invierno. En realidad sólo les interesa que les sea útil y para lograr eso necesitan solamente su cuerpo.

papelucha