EL DOCTOR VAN BUREN...
Otra vez soñé con el Doctor Van Buren...
Iba caminando por una plaza, tranquila, como paseando; llegué a un edificio viejo, medio abandonado, entré y me topé enseguida con él; tenía un delantal blanco, la cara pálida, pero se enrojecía seguido, se apoyaba tranquilamente contra el marco de una puerta.
-"Soy el Dr. Van Buren"..., me dice.
(Todos sabemos que era un médico que se volvió loco y está separado de la medicina hace tiempo, porque le encantaba recetar remedios letales...)
-"Sí, ya sé..."
-"Le voy a recetar esto"... Y me extiende un frasquito plástico, más grande que los “colirios”, parecido a los de “plasticola”...
-"¿Qué es, un veneno?... Pregunto desconfiada y sonriendo, haciéndome la tranquila y la que todo está normal...
-"No, son gotitas para el estómago".
Las tomo y reviso. Sí, son gotas para el estómago, pero están vencidas... Se lo digo y lo rocío con el contenido apretando el frasco.
Se ríe y enrojece.
Pero luego me da unas pastillas blancas y me tiende sobre una camilla. No las trago, las escupo... Se enoja, me pasa otras, más grandes, amarillentas. Finjo que me las trago para salir del paso. Queda conforme. Pero, cuando empiezo a sentir que ya estoy fuera de peligro y que lo engañé, me empieza a estrangular con los brazos rectos sobre mí y la cara rojísima...
Ahí despierto aterrorizada y ahogada, con el pulso a 130...
¿Cómo es posible que se meta a mis sueños cada vez que quiere encontrarme para recetarme algo?...
María Luisa Landman R.
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