Cuentan que hace mucho tiempo, un viejo cuervo volaba a casa después de un mal día, pero los fuertes vientos y sus ya cansados esfuerzos por mantener el vuelo, le obligaron a tomar tierra quedando atrapado en medio de un espantoso pantano, donde el frió se filtraba hasta los huesos.
Con mucha dificultad, logro posarse sobre una seco y delgado tronco de un árbol, que extendía sus ramas por encima de un pantano, que lo pudría todo.
Como era evidente, este no estaba acostumbrado a soportar mas peso que el de las gotas de humedad que lentamente lo descomponían, siendo así como rama y cuervo cayeron juntos a las oscuras y espesas aguas.
Trato de luchar por salir de ahí, como cualquier ser que sé aferra a la vida, pero todo esfuerzo le pareció inútil, dado a que ese vació que le llenaba todo su interior de tristezas, desgano, dificultades, desprecios, enemistades, fracasos, hambruna, falsas apariencias,... le empujaba a preferir sucumbir.
Mas en medio de aquellos suicidas pensamientos, una lejana voz se habría camino entre las enredaderas que asfixiaban sus razones para vivir, gritando a todo pulmón, - ! Que estas haciendo¡, no sea estúpido viejo, aun existen cosas por las que vale la pena luchar, por usted mismo, por su mundo íntimo, por quienes como usted sienten la necesidad de un súper héroe, uno tan humano que puedes ser usted, por aquello que no merece estar en las manos de quienes no lo apreciaran, por los que creen en usted... ¡LUCHE CARAJO! -.
Poseído entonces por esa inmensa rebeldía contra un mundo que no había entendido, brotó de sus entrañas una fuerza descomunal, que aun con el dolor que le causaba el entumecimiento de sus articulaciones, guerreo por levantar el vuelo hasta llegar a las ramas mas altas, donde el sol lo recibía con un abrazo que secaba sus plumas y encendía esa ya disipada esperanza. Grandemente agradecido y motivado, miro al horizonte y se alejo hacia donde su instinto señalaba.
Años después, otros pájaros que pasaban por un valle al que llamaban ‘eterna primavera’, por que siempre estaba colmado de flores, observaban con sorpresa y extrañeza, a un viejo cuervo que brincaba entre estas, comiendo algunas veces flores y unas que otras moscas.
Estos sin entender e ignorar el porque, empezaron a imitarlo ridiculizando su comportamiento, y mientras se alejaban repetían una y otra vez, - observen a ese payaso, un cuervo loco que come flores y moscas, jajajajajaja... pobre tonto, que aun cree en esos inútiles sentimientos-.
Mas él, sonreía como aquel que se sabe seguro de si mismo, para él, el solo hecho de vivir no era casual, era en sí la esencia de su destino, la representación viviente de que un cuervo, es lo que desee ser, no lo que realmente es.
Así fue, como en algún momento de esta historia, su pasión se convirtió en leyenda.


22 de Diciembre del 2002