15 ENERO 1991
Tal vez sí se escuchó el clamor
de la paz de toda La Tierra;
pero los misiles se posesionaban
del desierto y en la reflectante
luz brillaban los tanques...
Nadie escuchó o tal vez sí...-,
que hubiera paz y no guerra;
y a los que rezamos, los que pedimos,
se nos heló la lengua bajo
la "Tormenta del Desierto" ...
Niños abajo, mujeres, viejos,
hombres y plantas,
árboles y plazas...
Lloraban todos ...
Pero en el Mercado Internacional
se aprecia más el poder de presión
que el clamor humano;
en la Bolsa pesa más el Petróleo
que la sangre...
Y, me importa poco
si es por el Católico héroe
o por tu Alá y su Guerra Santa...
Ambos, no tienen nada
que vacilar entre el poder y la gente...
Lo que el hombre edificó,
construyó con sus manos y su fe,
su casa, su tierra y su heredad...,
lo destruye el Hombre montado
en un torbellino de fuego...
Por eso ahora...
No te pongas a llorar
si te hacen prisionero;
si estás cerca de un infierno
terrenal y si escuchas que lloran los niños
o rezan los hombres,
recuerda, solamente, si te llegó
la voz acompasada de quienes
elegían la vida y abolían la muerte,
cuando lanzabas misiles desde
tu bombardero.
Y, si alguna vez,
objetaste que se construyeran
máquinas de muerte
en vez de repartir cosechas
y medicinas entre los pobres...
Ahora aprende:
que con fuego no se juega...
Y, si te toca llorar,
recuerda tu puesto de mando,
tu torpedera, tu acorazado,
tu portaaviones,
tu fusil y tu blindado...
Y si oyes esta vez , una música
de fondo, entiende
que es la muerte
que se esparce por todos los confines
de La Tierra...
Santiago, 21 de enero de 1991
María Luisa Landman R.
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