“Afiló sus colmillos y los clavó en el cuello de...”
—No, no, carece de originalidad.
“Cuando se acercó el vampiro, lo enfrentó con una cruz y una ristra de ajos...”
—¡Muy repetitivo! —Tengo que escribir un minicuento ingenioso, continuaré mañana. —Exclamó el escritor. Se sirvió una copa de sangre y se acostó en su ataúd.
Texto agregado el 10-09-2003, y leído por 664
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Lectores Opinan
20-09-2015
Un escritor para tener éxito es capaz de vender su alma. Pero ¡Ay! Hay tanta competencia, ahora hasta los vampiros escriben. 5* heraclitus
30-06-2007
bien por escritor, original hasta en la bebida +++++saludos antoniana
ME GUSTO... TIENE CIERTO PARECIDO AL ESTILO DE OTRO DE TUS CUENTOS "CADAVERES RECICLADOS"CREO KE SE LLAMABA... LEAN MI POEMA Y DENME SU OPINION PLEASE... dezereth
24-09-2006
sumamente bueno simpatico original te pasaste calebbrong