Mi voz y mi más sentido grito, no te alcanzan todavía, como para pensar que vuelvas la cara,
sólo a mirar mi desdicha, no sufro lo suficiente.

Mi canto no llega a tu oido y de mi voz ya no salen sonrisas, mi pecho se encuentra oprimido por un cáncer de ausencia que lleva tu nombre, sin tí.

Mi llanto no te alcanza tras la lluvia y regresa,
de nuevo perdido y agobiado de la espera sin mí.
No escuchas mi voz que no te alcanza, ¿podras ver mis letras mensajeras?