Dos gusanos sin dejar de arrastrarse por la cascara de un árbol, dialogaron hasta que uno tomo ventaja. Antes que esto sucediera, compartían el siguiente dialogo:
Gusano 1: ( Con voz cansada) - ¿ Compañero, por que te arrastras, árbol arriba, cuando perfectamente podrías estar con los demás comiendo todo lo que nos cae?
Gusano 2: (Con mas animo) – La verdad, nunca me ha gustado comer todo lo podrido que nos llega, hoy ya tengo fuerzas y he decidido emprender camino hacia esa manzana gorda y verde que hace unos días he estado mirando.
Gusano 1: - ¿ Has pensado que pasaría, si ha mitad de camino tu fuerza ya no alcanza y no té queda aliento para seguir?
Gusano 2: - Es posible. Creo que la fe y convicción que tenido desde pequeño me han enseñado a ir en busca de aventuras y cosas nuevas. ¿ Porque me preguntas?
Gusano 1: (Con voz gastada) – Ya no sé cuantas veces he subido inútilmente intentando encontrar esa manzana, he caído, nunca he logrado llegar a esa fresca manzana, la vida del gusano es tan corta, y he pasado ya días sin comer. Creo que este será mi ultimo trayecto, a menos que logre llegar a lo alto y beba un poco de su tan preciado néctar.
Gusano 2: ( Desconcertado) – quizá tienes razón, la vida es tan corta y pasarla en torno a una manzana creo que no me es útil, de seguro lo podrido no es un mal alimento, no he visto gusano que se queje o que muera por comer de ello. ( Rápidamente comenzó a descender)
Gusano 1: ( Pensando en voz alta, y para sí mismo) - ¿ Donde queda la fe? ¿Dónde están las fuerzas que decía tener?.
Yo soy el único que realmente ansía aquella manzana, y aunque recién recorro la parte mas baja de este árbol, seguirá mi trayecto incesante una y otra vez, y todo aquel que pretenda imitar mi camino, pasara primero por mis palabras...
El “egoísmo” en el amor no es un mal, si no la necesidad de hacer saber que uno, es quien más puede entregar a quien ama.
Dedicado a mi manzana.
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