Julio era un chico normal, bastante tímido respecto a sus compañeros. El no jugaba como los demás, el jugaba solo, mejor dicho, con su gran amiga, la imaginación.
Ella lo pudo sostener de las burlas de sus compañeros, hermanos y de la frecuente violencia de su padre.
El era capaz de crear y recrear cualquier elemento que no lo encontrase en el mundo concreto. Hasta dentro de ella el tenía amigos, héroes y villanos.
Julio creció a la par de su gran amiga, cuanto más dura se hacia la vida para el, su imaginación se agrandaba más y más. Elemento de escape, universo aparte, allí se libraban las más diversas batallas y fabulosas historias.
He aquí una de ellas, que como gran amigo de Julio he podido presenciar.
Terminaba la década del 50’ y esta pequeña isla se convierte en el centro de agencias de noticias y en el ejemplo para la región.
Luego de varios años de combate, derrotas, triunfos, hemos cumplido el objetivo. Siempre guiados por el líder, llegamos a la capital, la hemos conquistado. El pueblo nos recibe eufórico. Un viento de cambio se viene anunciando, pero el líder, sabio y conocedor, se encarga de poner paños fríos al asunto. Esta lucha no esta terminada. El villano, que como todos los villanos es astuto y cruel, no se da por vencido ni aun vencido. Apelará a los recursos más bajos, tratará de derribarnos de cualquier manera.
Los años de combate han sido duros, como médico he tenido una labor más que sacrificada, pero todo vale en pos de derrotar al villano, y que la justicia (bien entendida) gane de una vez por todas esta batalla.
El líder nos ha guiado sabiamente, yo en particular, he sabido acatar sus ordenes, porque se que el no nos fallaría nunca, y no dudé jamás de su inteligencia.
El villano mientras tanto hacía sus planes. No iba a permitir que triunfemos nosotros, justo en su área de viles negocios, y tan próximos a el. Sus intentos eran de lo más desesperados, desde amenazas de su líder hasta el cruel y cobarde embargo.
Pero al fin y al cabo todos los días importantes llegan, y ese día llego. La Batalla Final.
Unidos por un único motivo, defender lo propio, el pueblo sale a combatir al enemigo. Pocas veces se ha visto tal unidad, y frente a esto, el villano nada puede hacer y resulta derrotado.
Ese día nos abrazamos todos, y nos comprometimos a luchar más unidos que nunca. Ese combate cambió el rumbo de esta querida patria y todo se lo debemos a esta hermosa playa, nuestra playa, la playa de la esperanza, la Playa Girón.
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