Piel de porcelana deslumbra mis ojos, dejandolos ciegos de dolor.
Desconcertada quedó mi alma despues de abrirte mi corazón.
Esperando una señal, o mejor una muerte lenta de ese inexistente dios.
Arrancame las alas y dejame sangrando, que el daño que me harás sera mejor que este estado interior.
Escupéme tu dolor con acido hasta quemar mi fragil piel.
Muerdeme las venas desatando tu ira contenida.
Envenename con tus besos falsos de amor.
Duermeme con tu aire carente de ilusión.
Mienteme con palabras viperinas si es necesario.
Usame como si fuera una triste muñeca de trapo
Que todo ello será mejor que un rechazo...