Ella la bella porcelana envejecida
Tomada de la mano del cara de trapo entristecido
Él la cubría de miradas y ofensas
Para que ella jamás sintiera vergüenza
Lo mismo hacía con el frío
Durmiendo juntos a la orilla del río
Él le servía tallarines en filita
Ella le pagaba un beso y el perejil en sus risitas
Resistiendo sus olores
Y la suciedad de sus colores
el polvo de sus cabellos
Y el prejuicio de todos ellos
Ellos ignorados por los hombres
Pero más, serían multitud
Ahogados en amar, en alguna latitud
Extraviados de la sociedad
Para no pedir piedad
Y quererse hasta secarse
Como la piel de los robles
En el rostro de los pobres
Ella sin vestido ni anillo
Y él de vacíos bolsillos
En una completa locura
Sin ley ni cura
Lograron casarse
A pesar de ser cesantes
Para amarse en cartones de miel
Y haber creado a Miguel
Ellos, vacíos por fuera, llenos por dentro
Digo, en esta era y no miento
Que pobres y ricos son una mierda
Si deciden vivir sin una pierna
Para buscar una puta
Que te dejará al final de la ruta
Abandonado en los años
Cuando cages antes de llegar al baño
Texto agregado el 28-06-2005, y leído por 199
visitantes. (1 voto)
Lectores Opinan
08-07-2005
Yo a tu edad con kuea sabía donde estaba parado, ahora todos los que llevamos la poesía latiendo palmo a palmo somos algo bohemio, eso nos retroalimenta, el revolcón extremo gose de abismos y acantilados son nuestra condena... dulce a los nuestros... tragico a los otros huerfanos de canto... te felicito me gusto lo tuyo... esta lleno de imágenes... mis 5* para acompañar la noche... victorvac
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