CABALLITOS DE CARTÓN
La situación ya no daba para más, es lo último que recuerdo.
Lo había visto otras veces, en su escondite, proponiéndole al mundo hacer caballitos de cartón y salir a jugar. Tal vez debas salir de esa cantina y buscar. Tal vez al mundo le haga falta una buena charla contigo. Me figuraba a los dos sentados bebiendo un buen licor y haciendo negocios.
Antes, esa noche, me habías dicho que no era tu intención prometerme nada, menos dañarme, pero que algo tenía que cambiar, había que derrotar la persistente monotonía de todo, de todos. Yo en silencio.
Sucede que por lo que te conozco, se que te crees como una vela sin encender, una esperanza extraviada. Quizás anoche tuviste éxito y hoy sea todo distinto, pero no lo se, mis cortinas están cerradas y estoy atado a mi cama.
[ “...Y qué importa... qué son esos actos cotidianos del hombre de los que tanto me hablan... que es ese lenguaje que usan, acaso logran comprenderse” ] ( el mundo atento, pero en incómoda evidencia, eludía tu mirada directa) [ “ ...Qué es tan importante, me gustaría saber, es que acaso nos falta tanto el ingenio que nos sobra la rutina...es lo único que podemos crear, que sentido tiene si ni ingenio ya hace falta...” ] (continuaba sin distraer la bebida).
Nunca fue problema lograr atención. Hubo una época que lo atribuí al morbo colectivo por los escándalos, tan propio del hombre medio... Tan propio mío. Es lo que me une a ti, aunque me moleste aceptarlo.
Pero ahí estabas, impertérrito en tu silla, frente a todos, bebiendo y hablando para ti y para el que quisiera escuchar.
Aunque conciente de la imposibilidad de tus ideales, en silencio suelo acompañarte. Las ideas tuyas son la inspiración de las locuras de mi autoría que más tarde la fuerza de las cosas nos obliga a hacer. Es como si el mundo entero conspirara, y alguien debe hacerlo.
De ahí el motivo de la reunión de hace algunas horas.
A pesar de todo Casi ni hablamos, es extraño que ahora esté recordando esto, tal vez no nos conocemos muy bien. He llegado a estar seguro de no querer verte más. En esa ocasión me mudé y no te visité largo. ( De veras hoy temo levantarme).
De veras hoy temo levantarme.
[ “...Caballitos de cartón juguemos para siempre dejen sus vanas tareas y juguemos para siempre”].
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