Hace frío, demasiado frío, tanto que no cala mis huesos, si no que llega a mi corazón, que hoy por cierto late lento muy lento. Mi piel se encoge y se retuerce temblando en el piso, es el miedo, ese quien mueve las puertas, ese quien golpea el ventanal, quien hace aullar a los perros, quien esconde la luna tras las nubes...
Tengo una copa de vino rota en mis manos, mis manos sangran y los hilos de sangre se escapan por el piso de madera, llegan al balcón, para luego caer a la calle y así llegar a tus ojos. La música de los Beatles. La voz de Lennon y Mc Cartney, suena fuerte en mi cabeza, como una voz del pasado diciéndome que todo puede ser mejor...
... y todo comienza de nuevo... la pipa en mi boca, y las fantasías de colores no llegan, solo el vacío se anida en los recuerdos, los libros infantiles, rumores ajenos, voces lejanas, ojos profundos, bocas agrietadas y el llanto de muchos niños trayendo a mi cabeza muchas cosas. La identidad que intenta escapar...
Me desnudo frente al espejo, la ventana esta cerrada, pero hace frío. Miro mi cuerpo ligero, ahora esta desnudo, no tiene donde esconderse, las heridas del pasado, el dibujo morado en mis brazos y en mis piernas y también en mi espalda. Los rumores del chasquido de la correa que hierve en todo mi cuerpo... de nuevos esos ojos gigantes, siempre abiertos, los pies gigantes. Me asusto. Las bisagras sin aceite, la madera que cruje y otra vez el viento... la ventana esta abierta y yo la cerré... yo la enterré...
Caigo al piso otra vez, y siento el calor de las manos que me apresan. Yo ya olvide como gritar. No hay palabras en mi boca. Me encojo, me hago pequeña en mi tamaño adulto y duermo...
Y el silencio me despierta, el ruido de las calles amargas, despierto para deshacer la sed de mi boca, entonces llevo mis manos ensangrentadas a mi boca, y bebo el dulce vino de la verdad... cuando yo creo que ya todo paso... Viene la soledad y me ahorca, me mutila... al contar las horas, al ver las agujas deshaciendo el tiempo y me embriago con el sonido de las calle. Mientras mi piel se secaba y mis labios se marchitaban...
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