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JUGO DE LULO QUE SE FUE A LA TUMBA

Estoy aquí, había alcanzado a olvidar ya lo que se siente respirar un aire escaso de horas, de minutos, de todo indicio de tiempo, enfriado en las mañanas por una nieve que no se ve y que por tanto no conozco. Las noches aquí son todavía noches, nadie ni nada les ha podido robar las estrellas aun. La vida sigue siendo día, amanecer, anochecer y sueño, no se espera más que la huida del sol para descansar, y cuando llega, no se espera menos que saber todo ignorando lo necesario.

Si me vieras ahora te preguntarías por qué si estoy a un kilómetro del cielo me sigo sintiendo intranquilo. Es que de nada sirve que yo esté llegando al cielo y tu sigas en tierra firme, o al contrario. Es que mi cielo eres tu. Es que esté donde esté, desenredando la maraña de pensamientos que me acompaña siempre, caminando al borde del vacío o escuchando a Hendrix tocar en medio de las nubes, debes estar tu a mi lado para completar esa fusión entre lo mágico y lo real, entre lo antológico y lo presente, entre nosotros dos.

En este lugar te conocí y te despedí, nos unió la noche, el aire libre, un poco el alcohol, un poco tu cama, un poco El Aguacate, pero más que nada la noche. Afortunadamente te volví a encontrar. Desde este lugar te escribo también lo último. Tendrás que perdonar los errores, nunca aprendí a escribir a máquina, tendrás que perdonar el papel, escribía sobre esto o sobre PH, mentiras nena, no es lo último.

Aquí los días huelen a duraznos y a hojas secas, saben a agua sin hervir, a agua de lluvia, de río, de rocío que permanece en las hojas; no sabe a humo, menos mal no sabe a humo ni a bolsas plásticas. Me odio por no venir más seguido, te odio por no venir conmigo más seguido. Me odio por no querer quedarme aquí, pero ya sabes, me da miedo la paz, dentro de mi hay una guerra que nunca parece cesar, tal vez me acostumbré tanto a ella que la empecé a querer, será por eso a lo mejor que siempre busco la soledad y el encierro interior para que nadie sepa de mi guerra.

Te voy a contar la historia de estas paredes que mucho me entristece dejar paredes que se caen a pedazos por lo viejas que están vine a verlas encontré esta máquina y me senté a escribir escribirte sólo a ti siempre te escribo sólo a ti debes saberlo a nadie más ya doña Deisy casi no viene yo sin embargo desde que llegué vengo todos los días aunque sea un ratico y te escribo por pedazos hace como cuarenta años de pronto más doña Deisy las levantó de a pocos y allí creció su primer hijo del que no se mucho del que no se casi nada solamente que es muy buena persona y como a los veinte años de vivir dentro de estas paredes cuando aun no se estaban cayendo nació un niño muy bonito y quebraron el molde y decían que niño tan bonito pero que niño tan chillón y cuando comenzó a crecer decían este niño ya no es tan bonito pero al menos ya no chilla tanto qué será lo que le está pasando qué será lo que le va a pasar después y la cama de ese niño olía a orines como hasta los cuatro años y olía a panes a los panes que todas las noches metía debajo de la almohada y amanecían tiesos cuando se acordaba en medio del sueño de los panes se despertaba y les daba algunos mordiscos y se pasaba para la cama de doña Deisy en puntas de pies para que nadie lo oyera para que su sueño fuera bonito entre esas paredes aprendió a rezar y rezaba siempre antes de irse a acostar antes de guardar los panes rezaba al ángel de la guarda y a todos los ángeles sin saber que como catorce años después conocería uno el más hermoso de todos eres tu nena como dormía de sabroso en ese tiempo y ahora las pesadillas no me dejan los pensamientos no me dejan preciosa me da miedo dormir los estallidos en la cabeza no me dejan el calor no me deja los moscos no me dejan ja ja ja aprovéchenme moscos aprovechen mi sangre porque el martes me les voy de aquí salió una vez doña Deisy y en el banco le dijeron que no tenía más trabajo y se dedicó a hacer gelatinas esperando que llegaran días mejores algún día llegarán días mejores días malos días buenos vieron estas paredes que se caen por pedazos antes de comenzar a caerse y el niño fue a la escuela y no le gustó porque quería seguir durmiendo y no le gustó porque odiaba a las monjas parecía que quisieran volar y no le gustó porque él solamente quería ser un vampiro y por eso lo regañaron los vampiros no ganan dinero mejor voy a ser como mi hermano dijo entonces el niño que ya no chillaba tanto y quería sentarse con su hermano y con los vecinos a tomar cerveza pero no lo dejaban porque era un mocoso con las rodillas raspadas de tanto jugar fútbol solo haciendo rebotar el balón contra los barrancos con una camiseta del Milán puesta que le tapaba la pantaloneta y que su hermano le había regalado y que él después regaló buenecita en el terremoto del 94 del que todavía se acuerda y se asusta paredes no se caigan todavía aguanten al menos otros cuarenta años aguanten al menos mientras que doña Deisy pueda verlas al menos hasta que yo las pueda volver a ver mientras tenga ojos las veré de vez en cuando y traeré a mi nena para que vea que entre ustedes no se encierra el tiempo aunque ustedes mismas lo reflejen y reflejen la cara de aquel mocoso que una noche estaba tirando flechas y vio la luna y la quiso atravesar y apuntó muy bien y lanzó muchas veces y todas las flechas que le tiraba a la luna solo llegaban hasta el final del patio y por estar tirando flechas hacia el cielo no vio morir a su abuela y se sintió culpable por haber dejado destapado el frasco de sus medicinas y porque años después no fue capaz de viajar a su misa de aniversario pero después se sintió mejor al darse cuenta que los muertos no quieren que los molesten no quieren que nadie se acuerde de sus nombres quieren olvidarse de todos los que los hemos hecho sufrir y les hemos destapado alguna vez en la vida el frasco de sus medicinas y alguna vez en la vida les hemos dicho que no los queremos y por eso se mueren nena no te mueras que yo te quiero cuánto tiempo pasó para acordarme de la noche en que le quería tirar una flecha a la luna cuánto tiempo pasó para acordarme de todo lo que me conocen estas paredes todo lo que saben y lo que callan una mañana aquel mocoso despertó con ganas de mirar por debajo de las faldas de sus compañeras las faldas cortas los calzones las ingles y lo demás muchachos que cosa tan simpática pero que cosa tan jodida y así creció más el mocoso y ya no era tan mocoso y ya no quería tirarle flechas a la luna sino al corazón de su compañera del colegio la que tenía el pelo más largo que todas pero ella le dijo no muñeco ni lo pienses y él después de mucho tiempo volvió a llorar no sabía que en adelante sus flechas llegarían a muchos corazones pero al suyo sólo llegaría una que todavía tiene enterrada y se quedará allí para siempre preciosa es la tuya ya se me olvidó cómo es que se reza otra mañana los árboles del patio habían crecido tanto que no dejaban pasar la luz del sol se despertó y pensó en las cosas que habían pasado y en las que pasarían y se llenó de tristeza pero ya vendrán tiempos mejores días buenos días malos pasaron por su cabeza y comenzó a alucinar a irse del mundo por ratos y una noche se dio cuenta de que al fin había sucedido de que al fin había pasado lo que todos esperaban había enloquecido por completo todos fingieron no darse cuenta o en realidad no se dieron cuenta lo cierto es que en medio de su locura pudo ver mejor las cosas que antes no veía pudo ver mejor el mundo llegó el día llegó la hora tenía que dejar su patio sus paredes y todo sólo se llevó el recuerdo del jugo de lulo que su tía le daba cuando estaba con vida cuando se quedaba dormida en cualquier parte que se sentaba jugo de lulo que se llevó a la tumba ahora los días malos saben a recuerdos a noches sin dormir a paredes que se caen a guerra a cerveza a humo a rodillas raspadas a camiseta del Milán a frascos de pastillas destapados a calzones a locura a jugo de lulo que se fue a la tumba menos mal estas tu los días buenos saben a ti.

Ya me voy, ojalá vuelva algún día, aunque la verdad, no quiero. Prefiero seguir enloqueciendo lejos de aquí.


Juan Carlos Peña
Inzá, junio de 2005

Texto agregado el 28-06-2005, y leído por 368 visitantes. (2 votos)


Lectores Opinan
28-06-2005 juank tu cuento es muy interesante, espero sigas escribiendo muchos cuentos mas serè una fiel seguidora de tus escritos ylluz
 
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