Había una vez una niña que se llamaba Laura. Laura era una niña que amaba la naturaleza, los campos, el bosque, etc...
Pero no le gustaba la contaminación, la basura y el smog.
Un día Laura fue a la playa por las vacaciones de verano, amaba la playa porque el mar era precioso y le encantaba recoger conchas. Paso muchos días felices nadando, saliendo por las noches con su mamá y jugando.
En el penúltimo día, Laura decidió estar en el muelle para ver la puesta de sol, pero el movimiento de las olas le dio mucho sueño, así que se quedó dormida. Después de haber dormido como media hora, Laura se despertó sobresaltada luego de haber oído un sonido muy fuerte, al levantarse vio a un hermoso delfín plateado, estaba muy débil y tirado en la arena, al acercarse no pudo creer lo que estaba oyendo ¡EL DELFÍN ESTABA HABLANDO!, y muy claro decía:
--¡AYÚDAME!, mis amigos los delfines nos estamos muriendo por tanta contaminación. No solo los delfines, también las ballenas, los peces e incluso las orcas, esto esta pasando en todo el mundo.
--¡Pe-pe-perdón!-dijo Laura-¿dices que tú y tus amigos se están muriendo?
--¡Sí!, tienes que salvarnos del Doctor Basura, quiere matar a todos los animales para conquistar el mundo
--¡Pero yo...!-intento decir Laura-¿cómo te puedo ayudar?
--¡Fácil, tírame al agua y súbete en mi!-respondió el delfín
--¡Pero, me ahogaré!—dijo Laura algo asustada.
--Confía en mí.—dijo el delfín.
Laura se subió en el delfín y ambos se sumergieron al fondo del mar, Laura noto que podía respirar y eso le hizo sentirse mucho mejor. Justo en ese momento los dos vieron una gran maquina con cuatro grandes tubos gigantescos que iban del norte, al sur, al este y al oeste. Los dos se asomaron por una ventana y vieron algo ¡HORRIBLE!
Vieron a un gran ejército de robots matando a las criaturas marinas y también a un hombre gigantesco que tenia un parche en el ojo y además era jorobado, parecía que hablaba y cantaba a la vez.
--¡La, ra! ¡la, ra!, matando a todas las criaturas marinas conquistare el mundo ¡ja!, ¡ja!, ¡ja!
Laura y el delfín no perdieron el tiempo y entraron por las alcantarillas (habían alcantarillas), el lugar era espantoso y olía horrible, al subir llegaron a una prisión; ahí había una orca bebé, le preguntaron que estaba haciendo ahí y dijo lo siguiente:
--¡Ese malvado secuestro a mis papás y me encerró aquí!
Como decía, llegaron arriba y había un gran motor con una palanca que decía “fusibles principales”. El único problema era que el motor estaba demasiado caliente para que lo toque una persona. Pero a Laura se le ocurrió una idea, tenia un guante en su bolsillo, así que pudo mover la palanca tan rápido como pudo para no quemarse, al moverla se apagaron todas las luces y como no veían nada solo oían voces.
--¡Se cortó la luz! Vayan a ver ¡AHORA!
Fueron a ver y descubrieron lo que había pasado, encontraron a nuestros héroes y los encerraron en el calabozo, excepto a la orca bebé, ella se había escondido y cuando los guardias se fueron, aprovecho para ir al calabozo pero alguien ya estaba ahí, era el Doctor Basura y Laura junto con el delfín estaban amarrados.
--¡digan sus últimos deseos antes de morir!
--¿por qué quiere matar a las criaturas del océano?-pregunto Laura.
--Que pregunta tan tonta pero te lo diré jovencita, pienso apoderarme de todo el océano para construir una base gigantesca que hipnotizara a todo el mundo y todos serán mis esclavos, pero las criaturas marinas evitan que el rayo llegue hasta la superficie por eso las mato!
--¡que razón tan tonta!-dijo el delfín
Pero al Doctor no le importo y se fue. Justo en ese momento llegó la orca bebé y los libero, después subieron donde estaba el Doctor Basura, pero fue inútil, él los descubrió e intentó agarrarlos con sus manos robóticas que tenía unidas a su cuerpo, pero cada uno lograba esquivarlo, todos excepto Laura. Estaba a punto de agarrarla, por suerte ella corrió hacia una red y el Doctor se resbaló y cayó a un caldero de fuego causando su muerte.
Los robots se quedaron inmóviles tan pronto como su creador había muerto, pues él los controlaba con las maquinas que tenía unidas a su cuerpo. Todos estaban felices. Lo mejor fue que todas las criaturas que murieron habían revivido. Laura se despidió de todos y se fue nadando, pero noto algo ¡No podía llegar a la superficie ni respirar!, solo oía una voz le decía:
--¡Laura! ¡despierta!
Al abrir los ojos se dio cuenta de que estaba en el muelle, en el lugar donde empezó su aventura y también estaba su mamá: “Laura ¿te sientes bien?”, ella respondió que si, pero en realidad se sentía confundida. Su mamá se la llevó a la casa y mientras caminaban Laura volteo la cabeza y vio a sus amigos que había conocido.
Al irse se dijo que nunca olvidaría esta experiencia.
¿Y ustedes que creen?, ¿Fue un sueño o lo vivió? Quién sabe, pero esto nos enseña que nunca debemos tirar basura así obtendremos un planeta limpio y hermoso.
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