Sintiendo el unísono paso de mi vida bajo mis pies, noto que aunque grite, aunque exprese todo lo que llevo dentro no soy más que alguien más,
Un átomo dentro de un todo, un ser como otro, sin diferencias, con preocupaciones, con miedos, con defectos y virtudes, con errores y con aciertos todos ellos marcados por el azar o lo que se hace llamar el destino.
Solo se que respiro y me pregunto a mi mismo por mis acciones, por todo lo que me rodea y eso me crea incertidumbres pero a la vez respuestas y esas mismas respuestas son las que me hacen crear mas dudas, mas preguntas, mas preocupaciones.
Vivo en la vida que me he creado yo mismo. Todos de una forma voluntaria o involuntaria nos hacemos y nos desarrollamos.
Disfruto de cada momento que el aire entra a través de mi nariz y llega a mis pulmones, disfruto de cada momento que una gota de sudor sale de los poros de mi piel, la que me protege, la que me aísla, la que hace que mis pensamientos, mis sensaciones no salgan de mi adentro si yo no quiero, las que me hacen parecer un ser frío o caliente dependiendo de la situación o de lo que me rodee en ese momento en el cual vivo o mejor dicho permanezco aferrado.
Cuantas veces nos vemos apesadumbrados, cuantas veces nos vemos esplendorosos,
Cuantas veces nos engañamos.
Ahora se que puedo ser, que formo parte del pasado de un futuro lejano y ala misma vez soy futuro del pasado mas cercano.
Paradójicamente vivo en un presente que ya no existe
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