A la luz de la chimenea veo que mi tiempo termino, los años se fueron quemando rápido como el cigarro que manoseo ahora, lo miro con recelo y ternura porque sé que es el catalizador de mi final pero también fue un buen compañero de alegrías y penas.
Esos recuerdos se ven tan lejanos y la verdad yo ya estoy tan cansado que no tiene sentido evocarlos, solo un recuerdo merece ser rescatado de esta cabeza sin cordura
Si ella merece estar ahora mi lado aun que sea solo un fantasma o una mera ilusión, porque con solo recordarla mis ojos se humedecen rápidamente. Puedo ver sus ojos; grandes, profundos, simplemente el mar donde me perdía por largas horas.
Que pena no tenerla aquí, pero tal vez sea mejor así porque ella no querría ver este diminuto frasco en mi mano alzada sobre mi boca, esta mano que con los años tiembla con exageración y miedo.
Amor espérame ya voy solo deseo que el cianuro no deshaga mi alma.

de cazador de almas.