El ruido de la campana de la basura se oía a lo lejos del mercado de San Juan.
Buenos días doña Pancrasia, vende hoy menudo?
- Buenos días oficial, si pásele…
No, lo que sucede es que hoy no se puede vender.
- Porque no?
Porque es viernes primero y hoy no se come carne.
- Ah, pero hay gente que si come, aunque el menudo es de ayer.
Acuérdese que tanto peca el que mata la vaca, como el que le agarra la pata.
- Pero si yo no estoy comiendo y si mis clientes me piden allá ellos.
Si usted no vendiera menudo ellos pedirían otra cosa.
- Pues si, pero de cuando acá un policía anda cuidando los pecados, es como si me quisiera meter a la cárcel porque no fui a misa.
Bájele, no es para tanto, yo no se lo digo como autoridad, sino como católico que soy.
- Pues es que llega muy altanero.
No, ¿como cree, doña Páncreas?, es más, traigo un hambre, ¿que otra cosa tiene aparte de menudo?.
- Hay quesadillas de rajas y de queso, tortas de camarón, soricua y nopalitos recién hechos.
¿Qué es la soricua?
- Sangre
Hijole, y el menudo dice que es de ayer, ¿verdad?
- Si, hoy no hago como casi no se vende, pero recalentado sabe mas sabroso.
Bueno, pues déme un platito de menudo, nomás sin pata por favor.
- Si como no oficial, ¿chico o grande?
¿cuánto valen?
- El chico 15 y el grande 25 pesos.
Uno grande
- Ahorita se lo traigo, ¿algo de tomar?
Un agua para café.
- Enseguida, mi pecador…
Omar Díaz |