Sin siquiera esperarlo en la noche menguante un pensamiento me robaste. En un segundo ya soñaba con tu miel saborear, con tus labios besar. Una filigrana de amor hiló una canción, enredó mi corazón. Desde entonces yo no existo en realidad, Tú, mi única verdad.
Texto agregado el 27-06-2005, y leído por 201 visitantes. (0 votos)