Desperté esa mañana con una única meta en mi vida, VOY A SER CAMINANTE, me voy a salir del tradicionalismo, me voy a encontrar con la naturaleza, beberé de los riachuelos, y comeré frutas silvestres.

Vendí mi walkman, y una cadena de plata ley 911, que eran mis únicas posesiones de valor en lo material, tome un bus de los mas baratos con rumbo al terminal de buses intermunicipales, para luego hay encontrar la tarifa mas barata para el LLANO, tierra mítica y llena de leyendas, si señor ese era mi destino, como no lo había pensado antes, yo y el rió, yo y la manigua(SELVA), yo y el peligro, yo y cero experiencia en lo que respecta a la selva o siquiera un cursito pequeño de supervivencia, bueno pero que importa eso, si importara nunca saldría de mi casa, “robos, homicidios, chóferes borrachos, balas perdidas, una simple alcantarilla mal tapada o sin tapa..”.

Llegue a una ciudad capital de departamento, ciudad capital ,,, UN PUEBLO, eso era lo que era, un pueblo con titulo y gobernador corrupto, trabaje en la plaza de mercado, ganando para comer, y bueno beber,, y así se fueron yendo los días, un día de mi nueva vida me levante asustado por que iba a llegar tarde al trabajo… TARDE AL TRABAJO, pueden creerlo, me fui de la capital un ciudad, llena de mujeres, todos vicios que uno quiera conseguir, y bueno también oportunidades, NO, para irme a un pueblo donde no pasa nada a llegar tarde al trabajo, … NNNOO PERO QUE ES ESTO, estoy haciendo aquí todo de lo que huí en mi vida anterior de niño de ciudad. Pues ese día no llegué tarde, simplemente no llegué, tome mi mochila, mi chinchorro o hamaca, un bloque de panela, y una cajada de bocadillos, que aprendí que era la mejor fuente de energía, que uno se pueda imaginar, y bueno en los días siguientes lo comprobé.

Retome mi camino, pero como tenia que haber sido desde un principio, sin dinero, y caminando,, luego de un día de camino llegué a un pueblito intermedio, la gente me veía como un bicho raro imagino porque mi pelo después de dos días sin champú estaba muy cercano a un peinado afro de los años ochenta, cosa que para un pueblo enterrado en el llano, de gente de campo, y hombres vaqueros, no era nada normal, por lo cual, mi paso por este fue bastante rápido, luego de tres días de luchas a palo con los perros salvajes de los caseríos que quedaban sobre la carretera y haber a acabado la mitad de mis raciones, decidí salir del camino, ahora ya entiendo que me quería decir mi madre cuando me decía que no me saliera nunca del camino,.

Tome el camino por un riachuelo, pensando lógicamente para mi que por lo menos no moriría de sed, si tener en cuenta, que es lugar de reunión de lagartos, boas, arañas, sapos venenosos, que acuden allí en busca de presas fáciles,,…. como yo, claro que quien piensa racionalmente luego de cuatro días sin una comida decente, y fumándose cualquier yerba seca, o comiéndose cualquier hongo que luciera alucinógeno, así que por hay me fui y me fui por dos días,, con temperaturas en el día de hasta 35 grados C, y 0 grados C en la noche, tomando agua del rió, racionando aun mas mis raciones, que ya no eran muchas, pero eso si sin queja de la situación que estaba experimentando, con mi mente liberada, en blanco, infiltrándose en la selva en busca de un hormiga para seguir su camino, hacia su nido y aprender a ser hormiga, y cargar hojas, y proteger el nido, y cazar otros insectos, y luego regresaba y me convertía en pez, cuando caminaba descalzo por el rió y sentía como me picaban los pies. Pero bueno eso solo fue hasta que me encontré con la selva como un pared de las dimensiones del bosque negro de jrk tolkien.

Pero no me podía detener, no me iba a devolver, y pensar el resto de mi vida que habría detrás de esa espesura para mi. Y si moría, o me envenenaba, o me caía y fracturaba mis huesos, y quedaba mi cuerpo as portas de una muerte lenta y dolorosa. Bueno eso lo pienso ahora, obviamente me metí sin pensarlo dos veces antes todo lo contrario mas emocionado que un niño estrenando carro de control remoto inalámbrico en navidad, tenia un pequeño machete con el cual me empecé abrir camino entre la jungla, que para un lugareño seria como el jardín de la casa, pero bueno quien era yo en cuestiones de jungla, así estuve caminando hasta que encontré un claro en la espesura, era un cultivo de palma para producción de aceite de palma, y bueno con senderos entre las palmas que facilitaban, en buena medida le camino, luego de un rato encontré unos trabajadores que no se inmutaron con mi presencia, no se si por que estaba tan sucio desorganizado, que parecía un indigente, o simplemente por que era el camino solcito, de caminantes primíparos de ciudad. Bueno eso creo que nunca lo sabré, lo importante de este encuentro de tercer mundo fue que los hombres me dijeron, …”pelao por aquí no hay mas camino, esa manigua que esta hay esta llena de sapo venenoso con solo que lo toque con la punta del dedo esta al otro lado, y no hay forma de metérsele, si quiere baya a la base, que hay sale un camión para el pueblo, y de hay retoma su camino”…, no podía creerlo después de una semana de camino estaba irremediablemente obligado a volver al principio, sin provisiones, y en un estado que no inspiraba lastima, sino asco, pero bueno que le vamos hacer en todo caso que afán tenia, adonde iba llegar tarde.