EL MISTERIOSO ENIGMA DEL BAR URANIO Y DON LAGARTO
Confieso que para mi siempre fue un misterio, tan hermético, que casi que renuncio a descifrarlo... A saber el porqué ese bar lleva ese nombre tan explosivo...
CAFE URANIO
Un café lleno de maletines y meseras formales, encima de las rodillas de don Alberto Lagarto. El aspirante a político, que sueña con mamar de manera insaciable de las tetas del estado.
- Don Alberto, digo doctor ¿Qué vamos a tomar?
- Aguardiente y pasante bien helado.
- Maribel, ya despachó al doctor? - Pregunta la regordeta administradora.
- Oiga Don Alberto la canción... Digo doctor.
Con aquel amor sagrado, volvamos a vivir"
Les confieso, hasta hoy el Bar Uranio, fue para mí algo más que un enigma indescifrable, pero esta tarde, al fin vine a dar en el clavo.
Encontré la solución al misterio y también comprendí lo que intrigaba. Descubrí todo y me enteré que la respuesta que buscaba era lógica: en realidad todo era elemental mi querido amigo, El Café Uranio, gusta tanto a Don Alberto lagarto, por algo muy sencillo, tan simple que se deduce por el sentido común, allí las sillas parecen escritorios de oficinas gubernamentales en las cuales se pueden acomodar cuatro amigos, llenos de folios y de maletines, o también cuatro desconocidos, que por falta de amigos se encuentran forzosamente, y liban y hablan...
Y ya ebrios, cuando nadie escucha a nadie, comentan de manera ruidosa sobre posibles ascensos en sus cargos. O de la amistad casi íntima con el alcalde de Medellín, alcalde a cuyo abuelo- El patriarca Eduardo Uzuga- El tatarabuelo de Don Alberto, le pagaba con bultos de maíz y cosechas de naranjas. Y este comentario, da pie para que el otro borrachísimo contertulio, saque a relucir todas las palancas liberales y conservadoras de su familia.
... Por fin descubrí¡, que Don Alberto y sus amigos, siempre que se encuentren, seguirán hablando hasta nunca acabar, sobre sus poderosos amigos políticos, sobre los doctores del gobierno, compañeros inseparables de los contertulios.
Y sé que ya muy tarde, casi en la madrugada, saldrán todos dando tumbos, caminando de acera a acera, abrazados, hablando todos a la vez sin escucharse. Sintiéndose por efímeros momentos gente importante.
Y sé que seguirán rumbo a "Chiripa", a beberse el último aguardiente y habrán de llegar a sus casas, llenas de problemas y de carencias, a darse cuenta que estuvieron chicaniando y, que el abuelo del alcalde, que era casi hermano del tatarabuelo de su abuelo, sólo existió en su imaginación licorera...
Mañana ser mentira y la realidad, les habrá de mostrar el punto exacto...
Y todos comprenderán solos y mal humorados, que otra vez, estuvieron auto-engañándose y que cada cual fue cómplice de sus mentiras piadosas... Y que al final todos fueron fantoches de la noche. Otra vez quisieron ser más importantes que el señor Lagarto.
William H Ramirez P
2005
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