¡ Bravo, Adrián!
( Historia real)
Adrián va rumbo a su casa con una mochila pesada sobre su espalda, está cargada de angustias, miedos, complejos e impotencia por ser diferente a los demás.
En una esquina, el mismo grupo de siempre, jóvenes despreocupados, conversando, riendo, bromeando.
Adrián caminaba tambaleante, con las piernas abiertas, los brazos estirados en posición casi horizontal y su cabeza se elevaba, giraba hacia un costado y bruscamente caía hacia abajo. Estos movimientos habituales se acrecentaban al pasar delante de los chicos, éstos, inmediatamente interrumpían sus charlas para gritarle:
- ¡LOQUITOOOOOOO!
- LOCO, PARECES UN PATO MALTRECHO!
¡JA JA JA JA ¡
_ ¡EH! LOCO, VAS A PERDER LA CABEZA.
JAJAJAJA.!
Todos los días el mismo ritual. Adrián soportaba las burlas, hasta que una tarde, respiró hondo, se paró frente a ellos y así les habló:
_ No soy loco. Nací con parálisis cerebral, es por eso que tengo dificultades motoras, pero mi inteligencia no está afectada. Terminé el colegio y me preparo para ir a la universidad. Tengo sentimientos, amo, sufro, sueño igual que ustedes.
A medida que iba hablando, algunos agachaban la cabeza avergonzados, otros se fueron acercando ofreciéndoles su amistad.
A partir de ese día Adrián camina con la misma dificultad pero con alegría.
En la esquina, lo esperan sus AMIGOS.
Debemos vencer y enfrentar los complejos. Terminarán siendo una carga muy pesada si los mantenemos ocultos.
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