El reloj marca las seis menos cuarto menos la vida menos yo y mi aliento es de mierda sigo parado esperando que la noche venga sostengo un basto como si fuera una espada no paro de bostezar la bilis taciturno y afanado mastico un lexatin como si fuera un chicle; el amargo que me da sabe a sumo de papas como los días cayó en la cama la gracia le vino una enfermedad tuve que extirpármela como a una teta tersianas y dolor en los huesos el vacío es tan inmenso como un puntiagudo rumor que baja atempestado por la colina de los miedos en la mesa acribillada hay una botella vacía sin brillo
Texto agregado el 25-06-2005, y leído por 368 visitantes. (13 votos)