Quien No Ha Conocido El Infierno No Se Ha Enamorado



Desde el pico de estas rocas, a pesar del tormento de los golpes del mar contra las mismas, logro escuchar a los arcángeles murmurar entre ellos, mientras esperan atentos mi decisión de destrozar mi alma en migajas incontables.
Mis lagrimas se confunden con el sabor salado de la valiente brisa del mar, pero a quien ha de importarle si lleno un poco mas la inmensa masa de agua salada, quien a parte de Dios valoraría mi alma condenada, mi acompañante desgracia y mi sensible soledad.
Entre estos relámpagos de tiempo mi débil mente, recuerda como te marchaste, sin interrumpir tus pasos, sin detenerte a ver mi reacción de tus acciones, tan hermosa y lucida como te había conocido, pero esta vez traías entre tus manos no rosas ni cartas de amor, sino la venganza de tu dolor, con algo tan simple como un adiós, clavaste en mi maldita esencia tu dictamen.
Ante la mirada perpleja de tu justicia humana, se abrió a mi pies el mismísimo infierno que me vio nacer, del cual tantas veces huí arriesgando mis futuras vidas, y el que hoy me ve regresar a el.
Al destino le escribo, que ya estoy cansado de luchar, de correr, de perseguir sueños que solo los ángeles pueden tener, me doy por vencido y acepto mi condena como un desnudo ser alado, como aquello que no debe sentir amor ni desdicha, y si de alguna manera en verdad el cielo existe, le reto a responderme: ¡que clase de monstruo se suponía tendría que fingir ser!.
Me has quitado todo, el amor, la dicha, la alegría, la esperanza, que me quitaras ahora, ¿la vida?, para que, si ya estoy muerto y hasta mi alma ya hiede.
El tiempo solo es relativo, la distancia es la fatalidad, hoy pierdo por última vez, pues no poseerás más mi cuerpo, y entre las tajaduras de estas rocas entrego mi alma al mar que le cautivará. Adiós amor mío, ahí te devuelvo tus palabras, no las quiero para perderte, prefiero morir con el recuerdo de amarte.
Brisa, valiente brisa que no serás capaz de soportar mi entidad, a ti entrego en secreto el nombre de quien tanto ame, toma nota de ello, mientras mi cuerpo aun flota en el aire del vació al cual lo arroje, y aséelo llegar como un ultimo atrevimiento de mi parte.
Duele, como duele morir, pero no mas que el dolor que causa perder el verdadero amor.



Junio 24 del 2005, hora: 1:00 am