TE DIJE QUE YA NO TENÍA SERVILLETAS
¡QUE DESASTRE!
También te amo
(y por supuesto...te invito a cenar)
La disyuntiva es: ¿Cómo enterrar mi tenedor entre sus sienes sin que pienses que por eso no te amo?. Me explico; por principio, quizá debería comprar una gran olla de barro, leña y conseguir un mucho de agua mineral, treinta litros está bien... -menos los cuatro que te tomes- Aunque pensándolo bien, ¿y si te ahogas y tu carne tarda más en deshacerse?. No, en definitiva, no pienso correr el riesgo de tener que usar ablandador.
Tu elige: rabanitos, zanahorias, rueditas de tomate, queso mmmm queso!!! O un buen baño de cerveza antes de iniciar a cortar---- pero no, quiero que sea con vino, un amargo vino. Lo que sea, pero por favor no me obligues a tener que confesarte por enésima vez que ¡No soporto las esferitas esas verdes que tu llamas chícharos!
¿O crees que debería usar la receta secreta de familia?
Anda di algo, no me quedes mirando como si de verdad creyeras que soy un mal carnívoro, te juro que no me costó nada elegir entre el cartón mojado del MacDonalds y la atrayente capa que cubre tu alma. Bastó un lenguetazo.
Definámoslo pronto. Te noto ansiosa. No debería de decírtelo pero en realidad en la escena perfecta estás tú boca abajo, No, no, no, mejor déjate los de listón azul, eso. Así está perfecto. Yo besando tu cuello y tú ingenua pensando que sería uno de esos masajes que dicen son relajantes, recuerda, yo nunca he sabido dar un buen masaje, aaahhh si me hubieras creído antes. De cualquier forma, en estos días ya no se puede confiar en nadie. En punto en el que cambia la melodía. [Creo que logrehin será para después, guardemosla para la digestión] - Claro, es una ocasión especial- Sin pensarlo...¡Que contradicción! Arrancaría con fuerza la parte posterior izquierda de tu espalda alta, y una vez tras otra insaciable hundiría mis fauces en tu cuerpo y definitivamente así te quiero; aderezada-sólo-en-ligeramente-tibia-jugodeliciosa-salsa-de- s u d o r. |