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"El blanco representa pureza" se repetía incesantemente, justificando su preferencia casi fetichista por dicho color
Su labor consistía en seleccionar los mejores especimenes para su ama. Existían pocas personas en el mundo que disfrutáran tanto realizando su trabajo como él. Se consideraba a si mismo "El Mejor" y lo era, minucioso, prolijo, manejaba su oficio como un arte, y como artista amaba la belleza y perfección en sus obras, aunque por sobre todo, le atraía su fragilidad. Ver esa suave palidez marchitándose en sus manos, le provocaba un mórbido placer. En ocasiones (contadísimas ocasiones) salía lastimado en la faena de recolección, pequeños arañazos que junto con robarle una gota de sangre provocaban que esta hirviera en sus venas
Su ama era inflexible, exigía un ejemplar fresco cada día a la hora del desayuno. Si osaba retrazarse una sola vez, perdería sus privilegios, su empleo y... algo mas. Pero eso jamás sucedía, no por nada llevaba gran parte de su vida a su servicio, sin jamás haber dado motivo a queja alguna. Hasta ese día...

Esa mañana, como cada día, salió de madrugada, pues a ella le gustaba sentir las gotas de Rocío en la piel. Su ojo experimentado no tardó en encontrar aquello que buscaba, y cielos, si que llenaba cada una de sus expectativas. Color, tamaño, forma, textura, incluso su aroma era perfecto. Por primera vez en veinte años sintió una sensación extraña, que por serle desconocida no podía etiquetarla bajo nombre alguno, sólo sabia que aquella peculiaridad había sido despertada por la delicada presa entre sus manos. Era... era... demasiado perfecta para compartirla. La sola idea de guardársela para si le provocó un estremecimiento, ¿acaso entregaría su vida por un instante de placer? ¿valía realmente la pena desobedecer a "La Señora"? la estudió nuevamente y sus sentidos embelesados ante tanta belleza le respondieron "¡Si, hazlo!"

Lo depositó con cuidado sobre su cama, respiraba con dificultad pero no estaba inconsciente, solo dormido, los labios rosados y el cabello castaño eran la única nota de color ante su pálida desnudez, incluso la piel bajo sus uñas era un rosado tenue. Si, era demasiado perfecto para entregarlo, se acostó a su lado divagando, ¿Como reaccionaria su ama? no podía arriesgarse a buscar un substituto y dejarlo abandonado en esas condiciones, volteó la cabeza para observar su rostro mientras dormía, la boca ligeramente entreabierta lo atrajo hacia el, era como un faro en una tormenta, aquella boca fue la que, en primera instancia llamó su atención y que a la postre guió cada uno de sus pasos: el secuestro y su posterior rebeldía. su mano temblaba aun cuando acarició con su pulgar el labio inferior, no sabia si a causa de la cercanía del cuerpo desnudo o el temor ante la venganza de su ama. Si iba a hacer algo debía darse prisa, tenia tan solo media hora, tal vez menos.




No sabía como empezar, ni siquiera estaba muy seguro que era lo que realmente deseaba hacer, solo quería preservarlo para si, no podía permitir ver ese cuerpo retorciéndose al ser estrangulado por las ramas ni a esa piel lechosa profanada por las espinas, manchada por su propia sangre, para luego ser devorado. Siempre disfrutó observando la crueldad de su ama con las victimas que el mismo gustoso le procuraba, jamás pensó que llegaría el día en que se resistiría a continuar con aquello, se colocó de rodillas sobre la cama con las palmas sobre sus piernas, velando el sueño del cautivo.
El tiempo pasaba y no era capaz siquiera de moverse ¿Donde estaba el asesino que diariamente raptaba y sedaba jóvenes para saciar los apetitos de su hermosa dueña?







Era solo un niño, no mayor de doce años, escapando de los pacos como siempre, no había novedad en eso, era casi un juego cotidiano. Lo diferente vino después, al saltar la pandereta...
Se escondió tras un enorme rosal que había invadido por completo el jardín, se rumoreaba que en aquella casa se cometió un crimen atroz y que jamás se encontraron los culpables. Nadie se atrevía a entrar en ella, pero un chico que vivía en la calle no le temía a ese tipo de cosas.

Permaneció agazapado en medio de la descomunal flor gran parte de la tarde. Se estaba agradable en ese lugar, no podía explicar porque. Aun no descubría el poder narcotizante que había desarrollado el perfume de ese especímen en particular.

Cayendo la tarde, adormilado por el aire tibio y el hambre, escucho una voz en el interior de su cabeza.



- " OYE... NIÑO..."


Miró en todas direcciones pero no descubrió a nadie mas que a él mismo.

- "NIÑO...¡SI, TU... NO HAY NADIE MAS AQUI!"

El chico escuchaba desconcertado, sin lograr descubrir la fuente de tan misteriosa voz... femenina por lo demás.

- ¿Quien soi' vo'? ¿A'onde e'tai?
- TE LO DIRE... SI HACES UN TRATO CONMIGO...
- ¿Y si digo que no?
- ESCUCHA MI PROPUESTA PRIMERO...
- ¿Y si no quiero?
- MORIRAS SIN AVERIGUARLO... Y ADEMAS... HABIENDO DESAPROVECHADO UN GRAN NEGOCIO...
- ¡Hmfff, asi por las buenas quien no! Habla luego.
- MMM, ASI ME GUSTA, TE DOMINA LA CURIOSIDAD...
- ¡Habla luego queri'!
- ESTA BIEN... NECESITO UN PAR DE PIERNAS AGILES Y UN PAR DE BRAZOS FUERTES.
- ¿Por que no me extraña?
- ESPERA... AUN NO TERMINO... TU Y YO PODRIAMOS HACER UN GRAN EQUIPO... SI TAN SOLO COOPERARAS UN POCO...
- Chicotea lo' caracole' queri', hablai' hablai' y no deci' na'
- VEO QUE NO VALEN LAS SUTILEZAS CONTIGO... ESTA BIEN... SERE MAS ESPECIFICA... NECESITO QUE ME ALIMENTES...YO ME ENCARGARE QUE NO TE FALTE NADA, NUNCA MAS...
- ¿Por que? ¿soi' invalida acaso?
- PRIMERO DI SI ACEPTAS...
- No tengo na' que perder.


Lentamente el rosal comenzó a moverse, unas gruesas ramas espinosas tomaron al niño del ronco, los tobillos y las muñecas, alzándolo de entre las hojas secas. Estaba muy asustado, pero habían llegado a un acuerdo de palabra, si es que esas cosas eran aplicables a una planta parlante con instintos homicidas




Desde ese día el hijo de la calle se transformó en el protegido de La Rosa...








- ¡JUAN! NO TE ESCONDAS... TARDE O TEMPRANO TE ENCONTRARÉ...
- Estoy aquí, mi señora, sobre la cama. - El aludido permanecía en la misma posición durante las últimas dos horas. su rostro estaba marcado por un surco de lagrimas secas. La victima aun dormía a su lado.
- ¿EN QUE PENSABAS JUAN?
- En nada mi señora, simplemente me dejé llevar.

El piso comenzó a levantarse, hasta que la madera se resquebrajó dejando salir las sinuosas raíces de la planta, el sirviente bajó la cabeza en señal de sumisión, entregado a su destino.





- ¿QUE DEBO HACER CONTIGO EH? ÎCUAL SERIA EL CASTIGO APROPIADO?...- la voz seguía siendo susurrante, no denotaba enojo, mas bien... ternura
- Lo que usted decida estará bien para mi, Señora.
- MIRA NADA MAS... - enredando las raíces en el cuerpo indefenso de la victima que le fue negada - POBRE PEQUEÑO - acariciando el rostro lánguido del arrepentido - NI SIQUIERA SUPISTE DARLE UN BUEN USO... NO HAZ APRENDIDO NADA CONMIGO? ¿EH? - el rostro del aludido se contrajo en una expresión de completa incertidumbre, ¿Como se supone que se responde a ese tipo de preguntas? ¿Acaso la flor estaba siendo sarcástica?. - ¿QUE SUCEDERIA SI TE PERDONARA LA VIDA? ¿EH?...¿LO TOMARIAS COMO UN GESTO DE DEBILIDAD DE MI PARTE?.
- E-eeh, no mi señora. Se-seria una muestra de su gran benevolencia.
- TONTERIAS... TE NECESITO PARA ALIMENTARME APROPIADAMENTE. ERES EFICIENTE... LA LEALTAD ES ALGO SECUNDARIO... PERO SE PUEDE RESOLVER.









Una pequeña colección de huesos humanos, frescos y antiguos, descansaban sobre la gravilla vieja del jardín, bajo una gruesa capa de hojas secas.

Pétalos blancos flotaban en la brisa de la tarde, salpicados con sangre, saliva y semen. En el centro del seto, dos cuerpos se confundían entre los tallos espinosos.
Unos hermosos ojos castaños miraban extraviados. El triple lazo alrededor del cuello le cortaba la respiración, las púas lo desangraban, pero el embriagante perfume le embotaba los sentidos impidiéndole sentir dolor o darse cuenta de lo que sucedía.
El Sirviente tenía el uniforme manchado y desgarrado, pero tampoco se daba cuenta. Por primera vez participaba en el festín de su Ama, la que con paciencia casi maternal le explicaba cada paso a seguir...

- RECUESTALO EN EL SUELO... SOBRE LOS PETALOS... SI, ASI ESTA BIEN... ACERCATE... LENTAMENTE... ESO ES... - A cada nueva instrucción las espinas se retraían para evitar lastimar al aprendiz - SIGUE LAS GOTAS CON LA LENGUA... ASI... BEBE LA SANGRE… DESPACIO... SUBE POCO A POCO... - el criado hizo un sonido gutural, molesto por la rama que se enroscó en su tobillo. Las ataduras del cuello se soltaron cuando la torpe lengua llegó hasta el - BESALO DELICADAMENTE... ASI... MUY BIEN... A PESAR DEL SEDANTE ESTA REACCIONANDO A TUS CARICIAS... AHORA UNA PEQUEÑA MORDIDA... DESPACIO... ASI... SUBE OTRO POCO... HASTA LA BOCA... BUSCA SU LENGUA... MUY BIEN... APRENDES RAPIDO... - la Rosa comenzaba a perder la calma, el hambre la volvía un poco intolerante, pero debía ser paciente, esa lección la daría una sola vez y debía hacerlo bien - ACARICIA SU ROSTRO...CON SUAVIDAD... LA OTRA MANO EN SU CABEZA... CON INICIATIVA, ACARICIA SU CABELLO... YA ESTA LISTO “Y PARECE QUE TU TAMBIÉN” - con cuidado de no lastimarlo, las ramas le desgarraron el pantalón - BAJA TUS CADERAS HACIA EL... UN POCO MAS ABAJO... ¡CONTRA SUS CADERAS... NO SU ESTOMAGO...! - la improvisada maestra erizó hojas y espinas disgustada ante tanta ineptitud - AHORA CONCENTRATE... YO TE VOY A GUIAR... PERO SOLO UNA VEZ... NO LO REPETIRÉ - las hojas envolvieron el pene del aprendiz arrancándole un hondo suspiro, lentamente lo guiaron hacia el ano dispuesto de la victima, chorreante de savia. Las ramas se cerraron en torno a ellos estrechándolos. Las hojas lo dirigieron hasta el interior, provocándole un estremecimiento al retirarse. Las manos del aprendiz se agarraron al torso de la victima, enterrándole las uñas en cada embestida, al tiempo que las púas se clavan en su carne, cobrando el precio que exigido por su ama para compartir su festín.





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Glosario: Caben algunas aclaraciones con respecto al lenguaje utilizado, esta escrito en chileno. Así que aquí va la traducción

¿Quien soi' vo'? ¿A'onde e'tai? = ¿Quién eres tú? ¿Adonde estás?
Chicotea lo' caracole' queri', hablai' hablai' y no deci' na'= Apresúrate, Hablas mucho y no dices nada.
Pacos = Así se les llama vulgarmente a los carabineros (policías)

Texto agregado el 22-06-2005, y leído por 138 visitantes. (0 votos)


Lectores Opinan
24-06-2005 está bueno... felicitaciones y sigue escribiendo... katya
 
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