Anoche mi imaginación voló a tu cama perdí el sentido con las caricias… y en la nave de los deseos me hundí en los mares de tus delicias… Fuiste tormenta sobre mi cuerpo olas que rompen, marea que estalla aire que azota, viento que empuja manos que aprietan, luz que penetra. Ya mar adentro, sin más reservas invité a tus peces al manantial que se agitaba entre mis piernas a ser cardumen de mi humedad
Texto agregado el 22-06-2005, y leído por 126 visitantes. (5 votos)