Una corta razón para vivir
Estando solo en la madrugada, un hombre que había robado todo lo que tenia en su bolsillo, recordó lo que le faltaba para ser feliz y era un poco de licor en su sangre para que de esa manera, pudiera saber que era no tener nada en que pensar por un momento.
Regresó y encontró que todo lo que había robado estaba faltando, su mirada volteó hacia la ventana, habrán saltado por ahí, no puede ser porque vivo en el último piso, no pueden ser tan entupidas, después vio su teléfono, acaso le pudieron haber hablado a alguna persona donde estaban y que querían ser rescatada y esa persona se las llevo por la puerta sin que me hubiera dado cuenta, no puede ser, todo esta en su lugar, pero no encuentro mis cosas.
En ese instante, un coyote apareció al lado de él y le dijo que estaba buscando y el coyote muy listo sabia donde estaban sus cosas, pero le negó toda información.
Le dijo que sus cosas estaban en un lugar donde sus ojos no podían encontrarla, el hombre se fijo dentro de si y no encontró nada, después sigo buscando hasta que encontró a un niño y le pregunto lo mismo, el niño, le dijo que todo estaba donde lo había dejado, en un lugar de su corazón, pero buscó y buscó y en su corazón, no había razón para vivir.
El hombre buscó una manera para acabar con su vida y en eso recordó que eso era lo que estaba buscando, su vida, la había dejado y desperdiciado.
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